Bestiario de fuego
El bestiario de fuego es el grupo de figuras, carcasas o elementos corpóreos y protésicos de formas zoomórficas que emplean artefactos pirotécnicos.
Generalmente, estas figuras tienen una fisonomía fantástica, y la más representada es el dragón. Con todo, hoy día vemos creaciones de más figuras del imaginario que tienen que ver con la identidad de un barrio o del territorio o asociación a la que pertenecen.
El origen de este bestiario hay que buscarlo en la procesión de Corpus, donde, primero, formaba parte de escenas de la hagiografía o de la historia sagrada y, más adelante, participó en solitario en las procesiones.
Acabada la dictadura franquista, la recuperación de la calle como espacio lúdico propició la creación de nuevas figuras por todo el país, un fenómeno que aún dura. Cabe remarcar que, además de la recuperación de los bestiarios considerados tradicionales, este ámbito festivo ha impulsado procesos de creación muy interesantes que se han materializado en la construcción de figuras de un alto nivel preciosista e imaginativo.
En Barcelona, la actividad del bestiario de fuego es amplia e intensa. Las figuras participan en pasacalles, correfocs, procesiones, etc., y las colles correspondientes son muy diversas. Pueden ser entidades, secciones de entidades, grupos asociados a una colla de diables, etc. La Agrupació de Bestiari Festiu i Popular de Catalunya es la entidad federativa de referencia, y tiene una territorial en el Barcelonès.