La Arpella es un águila marina o de los pantanales que forma parte del bestiario popular del barrio Gòtic y se utiliza tanto para correfocs como para espectáculos de animación diversos. La movilidad, la forma y los puntos de fuego, en el pico y en la cola, la convierten en una pieza atractiva, participativa y divertida. Por las dimensiones que tiene, la Arpella tiene que ser portada por cinco personas.

La figura es de Manel Casserras, quien en 1989 la construyó como Àliga de Barcelona, con fibra y madera. En 1998, cuando Xavier Jansana hizo la Àliga actual de la ciudad, la antigua se reconvirtió en bestia de fuego de la Asociación de Fiestas de la plaza Nova, y así es como ha llegado a la actualidad.

Desde que nació, hemos podido verla siempre por Sant Roc, Santa Eulàlia, Sant Jordi y La Mercè, entre más fiestas barcelonesas. La encontramos con los tamborileros en espectáculos de fuego, sola o acompañada de la Víbria, los diables y los malabares del barrio Gòtic. Asimismo, puede salir acompañada de los Grallers de la Pessigolla en desfiles, pasacalles y espectáculos de animación diversos, a menudo junto con los cabezudos y los zancudos.

Actualmente la Arpella se encuentra expuesta en la Casa de los Entremeses y, más allá de las Fiestas de La Mercè, sale para participar en pasacalles y encuentros del bestiario. Ha formado parte de espectáculos de fuego y de más actuaciones, en lugares tan diversos como Arenys, Blanes, Figueres, Malgrat, Palma, Perpiñán, Sant Pol, Vilafranca del Penedès, etcétera. Y, a menudo, en estos lugares, no han tenido suficiente con una vez y han pedido que volviera.