Artesanía y arte popular
La artesanía es la capacidad de la que disponemos los humanos para producir objetos con las manos o con la ayuda de utillajes o máquinas simples. Los artesanos también pueden confeccionar producciones seriadas, pero se diferencian de las industriales porque las piezas artesanales se elaboran con las manos, de una en una, con lo que se consigue que el objeto sea único. Hasta hace pocos decenios, se encontraban artesanos por todas partes, en todos los campos de producción. Sin embargo, los procesos de industrialización y la implantación de la sociedad de consumo han provocado que esta actividad sea inviable como modus vivendi. Actualmente, los artesanos se afanan por mantener vivo su oficio y ganarse la vida.
Algunas de estas manifestaciones artesanales han rebasado el marco tradicional del taller y se han convertido en fenómenos de la colectividad. Por eso cada vez se organizan más encuentros y sesiones de aprendizaje de ciertas actividades, como la de los encajeros o la de los cesteros.
En el arte popular, por otra parte, también se requiere esta destreza manual para construir las obras propuestas. En este caso, la producción ya no se denomina objeto, sino obra. Las obras artísticas pueden ser individuales o colectivas, permanentes o efímeras. El arte popular se manifiesta en decoraciones de calles, pesebres, alfombras de flores y otras muestras, manifestaciones que tienen relación con el ciclo del año.