Encajeros
Las puntas de cojín o bolillos son un arte textil, que consiste en elaborar unas filigranas finas y complejas a partir del uso de un patrón de cartulina, hilo, bolillos, agujas y un cojín. Parece que tiene su origen en Venecia en el siglo XVI. En Cataluña, la técnica de las puntas de cojín derivó, a partir del siglo XVIII, en una industria que sobrevivió hasta mediados del siglo XX. Algunos talleres de puntas tuvieron mucho renombre, como la Casa Castells de Arenys de Mar.
Con la desaparición de la industria de la punta, la técnica para elaborar blondas, puñetas, pañuelos, etc. queda en el saber de los encajeros, que continúan confeccionándolos para disfrute propio y transmiten sus conocimientos a quien los quiera aprender.
Actualmente, en Cataluña se llevan a cabo numerosos encuentros de encajeros, algunos de ellos en Barcelona. Más allá de las realizaciones individuales, los encajeros se organizan en agrupaciones, que se integran dentro de la Associació Catalana de Puntaires.