Fuego
El fuego es uno de los cuatro elementos cosmogónicos según las tradiciones antiguas, junto con el aire, el agua y la tierra, que, combinados debidamente, son capaces de crearlo todo. Es un elemento complejo: por una parte es devastador y, por otra, es purificador, nos da luz y calor y nos permite ingerir los alimentos cocinados.
Pero los efectos del fuego son muy beneficiosos. De hecho, las primeras comunidades de humanos se estructuraron en torno al fuego y lo convirtieron en un elemento central. Enseguida fue importante en la cotidianidad, pero también en la dimensión festiva, donde multiplica los efectos y la potencialidad y adquiere connotaciones mágicas y grandes contenidos simbólicos. El calendario incluye muchos momentos ígneos. En los solsticios suele haber días en los que el fuego es el protagonista absoluto, como en las hogueras de San Juan y las hogueras de San Antonio. La liturgia también lo tiene presente, por ejemplo en la Vigilia Pascual y en la Fiesta de la Candelaria. Finalmente, la presencia del fuego en Barcelona sobresale en las actuaciones de diables y bestias, especialmente en los correfocs de las fiestas mayores.