El Dofí de Barcelona es una figura vinculada a la Colla de Gegants del Casc Antic y forma parte del bestiario histórico de la ciudad. Tiene una figuración fantástica, de manera que parece sacado de un cuento para niños, y es representativo del proceso de renovación de la imaginería festiva barcelonesa de los años noventa.

La iniciativa de construir el Dofí fue de la Colla del Casc Antic, que quería una figura que pudiera participar tanto en espectáculos de fuego como en pasacalles y celebraciones diversas. Por eso, en el año 1999 se lo encargaron al imaginero Toni Mujal, de Cardona, que lo terminó pocos meses después.

La figura fue bautizada en febrero del año 2000 dentro de las Fiestas de Santa Eulàlia, en una ceremonia que contó con la presencia de todas las bestias de fuego de Ciutat Vella. Le pusieron el nombre de Nicolau para ligarla al legendario tradicional catalán, y más concretamente a la fábula del pez Nicolau, que explica la historia de un niño a quien le gustaba tanto el agua que se convirtió en un pez y se quedó a vivir en el mar para siempre.

El Dofí de Barcelona es una pieza que puede hacer tres funciones diferentes: es bestia de fuego, animal de animación y figura del bestiario histórico, con la participación en actos protocolarios que eso implica.

Cuando no sale, se puede visitar en la Casa de los Entremeses, donde está expuesto permanentemente con gran parte de la imaginería festiva de la Ciutat Vella.