Moto
Barcelona es una de las ciudades europeas con más presencia de motos y ciclomotores en las calles. Como vehículo urbano de gran flexibilidad de uso en los trayectos cortos y de distancia media habituales en Barcelona, la moto representa el 16,5 % de los vehículos que circulan con emisión de humos en la ciudad.
La moto, definida como medio de transporte de poco volumen y alta ocupación, presenta ventajas a la hora de moverse por la ciudad. Su flexibilidad de uso, su bajo consumo y el poco espacio que ocupa en la vía pública, tanto cuando circula como cuando estaciona, son algunas de las comodidades que presenta. Por contra, el índice de accidentalidad es un aspecto negativo que hay que resolver y que se ha convertido en uno de los retos municipales en materia de seguridad vial.
Su dependencia de combustibles fósiles contaminantes o el elevado ruido que generan al circular son otros inconvenientes por resolver. La incorporación de la tecnología eléctrica en el sector de la motocicleta, pese a que penetra en el mercado a menor velocidad que en el caso del automóvil, contribuye a minimizar su consumo energético y las emisiones derivadas y a reducir la contaminación acústica.
La modificación de la Ordenanza de circulación de peatones y de vehículos que se aprobó en noviembre de 2024, tiene como objetivo mejorar la convivencia y dar prioridad a los peatones. Por eso establece que las motos no pueden estacionar en las aceras de entornos escolares y de centros hospitalarios, para asegurar la prioridad de los peatones en la entrada, salida y estancia en estas zonas especialmente sensibles.