Moto
Barcelona es una de las ciudades europeas con más presencia de motos y ciclomotores en las calles. Como vehículo urbano de gran flexibilidad de uso en los trayectos cortos y de distancia media habituales en Barcelona, la moto representa el 12,6 % de los vehículos que circulan con emisión de humos en la ciudad.
La moto, definida como medio de transporte de poco volumen y alta ocupación, presenta ventajas a la hora de moverse por la ciudad. Su flexibilidad de uso, su bajo consumo y el poco espacio que ocupa en la vía pública, tanto cuando circula como cuando estaciona, son algunas de las comodidades que presenta. Por contra, el índice de accidentalidad es un aspecto negativo que hay que resolver y que se ha convertido en uno de los retos municipales en materia de seguridad vial.
Su dependencia de combustibles fósiles contaminantes o el elevado ruido que generan al circular son otros inconvenientes por resolver. La incorporación de la tecnología eléctrica en el sector de la motocicleta, pese a que penetra en el mercado a menor velocidad que en el caso del automóvil, contribuye a minimizar su consumo energético y las emisiones derivadas y a reducir la contaminación acústica.
Por otra parte, la alta densidad de estos vehículos representa un problema, porque no siempre aparcan en las zonas habilitadas y, aunque está permitido que estacionen en la acera, siempre que la señalización lo permita y el ancho de la acera no sea inferior a 3 metros, no siempre estacionan correctamente, motivo por el cual representan un problema para peatones y personas con movilidad reducida o diversidad funcional.