La sardana es una danza que se baila en corro, mirando hacia el centro. Al sonido de la cobla, los danzantes, hombres y mujeres alternados en número indeterminado, se dan las manos y puntean con los pies unos pasos, cortos y largos, conocidos por todos los participantes.

El origen de la sardana es todavía confuso, aunque últimamente existe bastante consenso en considerar que el contrapás y la sardana corta son sus antecedentes más plausibles.

A finales del siglo XIX la sardana se convirtió en un baile de moda en el Empordà, el Rosselló y la Selva, pero con connotaciones políticas, porque la adoptaron los partidarios del republicanismo como respuesta a los carlistas, que se mantenían fieles a la tradición del contrapás. Ahora, lo que le da impulso es la intervención de Pep Ventura, que modificó la danza propiamente dicha y también la cobla, en la que se destaca la aportación de la tenora al conjunto instrumental.

La popularidad de Ventura fue decisiva en la expansión de la sardana por los territorios de la Cataluña Vieja. Por otra parte, Francesc Cambó, en el año 1902, desde el Ayuntamiento de Barcelona, impulsó la celebración de las Fiestas de La Mercè como la fiesta mayor de Cataluña, y eso provocó que la sardana se extendiera por la Cataluña Nueva. Es en ese momento cuando la propuesta sardanista cristalizó como danza nacional.

El vínculo emocional y de identidad entre pueblo y sardana fue muy explícito en las épocas represivas de las dictaduras de Primo de Rivera y de Francisco Franco. Si bien la sardana era una expresión de libertad y de catalanidad, también era la excusa para perseguir y represaliar a los activistas.

Actualmente, es la danza más extendida por el territorio catalán. Las programaciones de las fiestas mayores acostumbran a contar con bailes en los momentos centrales de la fiesta. También hay que prestar atención a la gran cantidad de encuentros que se celebran, algunos de los cuales poseen mucho renombre y mucha tradición.

El asociacionismo sardanista reúne dos tipos de entidades. Unas están dedicadas al fomento de la sardana en general, con una actividad focalizada en diversos aspectos de esta danza. Son asociaciones que organizan bailes, conciertos y cursos, y algunas disponen de archivos notables, tanto de información histórica como de partituras. El segundo tipo de entidades son las colles sardanistas, que se centran en la competición organizada por categorías y que sobresalen en la ejecución de la danza.