Mojiganga
Actualmente entendemos por mojiganga, de manera genérica, una representación danzada en la que, por medio de unos ejercicios gimnásticos y unas construcciones humanas, se representan escenas de la pasión de Jesucristo, aunque también puede representar otros argumentos.
En Catalunya encontramos esta clase de mojiganga, por ejemplo, en Valls, Reus, Vilafranca, Sitges, Torredembarra, Badalona y Tarragona. En Tarragona también existe una que narra los episodios más significativos de la vida de santa Tecla. En cambio, la mojiganga de Lleida, a pesar de tener un origen religioso, ha evolucionado hacia un terreno más puramente festivo y lúdico.
Parece que el origen de esta manifestación se encuentra en la Comunidad Valenciana, donde todavía está su máximo exponente: la muixeranga de Algemesí, proclamada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad en el año 2011.
Hay quien cree que la mojiganga se extendió a determinados lugares del sur del Principado, donde fue denominada baile de valencianos, y que evolucionó hasta los castillos humanos actuales.
En Barcelona la mojiganga ha sido inexistente o desconocida, aparte de las visitas de mojigangas de fuera, hasta las Fiestas de Santa Eulàlia del 2014, en las que fue presentada en público.