La adivinación Ifá
Más allá de su belleza intrínseca y su valor histórico, muchos objetos del Museu Etnològic i de Cultures del Món son representativos de tradiciones absolutamente vivas.
El patrimonio cultural inmaterial es un reconocimiento que otorga la Unesco a diferentes tradiciones de todo el mundo que son representativas de la riqueza y diversidad cultural. En los Países Catalanes existen ocho patrimonios reconocidos, algunos de los cuales están representados en la Sede Parc Montjuïc, pero en la Sede Montcada también hay algunos, representativos de diferentes culturas del mundo. Hoy os presentaremos uno de ellos.
La sala número 5 de la Sede Montcada, en la planta baja, está dedicada a la cultura yoruba. Se trata de un pueblo originario del suroeste de Nigeria, de donde provienen las piezas que se exhiben, pero sus tradiciones, y especialmente su religión, están esparcidas por otros países y continentes.
Uno de los rasgos principales de sus creencias es el arte de la adivinación Ifá. Se trata de un complejo sistema que combina códigos numéricos con un largo poema dividido en diferentes versículos, u odu. Son muchas las variantes de este oráculo, y también son muchas las versiones de su corpus literario.
El ritual consiste en la formulación de una pregunta, en torno a una duda o un problema personal, y va seguido del lanzamiento de pequeñas piezas, que pueden ser nueces de palma o cáscaras de cauri, sobre una bandeja denominada Opon Ifá, como la que se puede ver en el museo. Este lanzamiento —o varios sucesivos— dependiendo de la disposición de las piezas al caer, tiene como resultado un número entre 1 y 256, que se corresponde con un fragmento del poema, a partir del cual debe interpretarse la respuesta que está ofreciendo el oráculo.
Aunque el sistema de adivinación se basa en 256 versículos, que son el resultado de multiplicar los 16 capítulos del poema por 16 versículos que tiene cada uno, existen hasta 800 diferentes, dependiendo de las variantes locales y las nuevas incorporaciones que se hacen para incluir temáticas y motivos contemporáneos. Los 16 capítulos se corresponden a los 16 orixás o deidades de la religión yoruba.
Esta tradición viajó a América de la mano de los esclavos yoruba que los europeos trasladaron al nuevo mundo para trabajar, y a pesar de la persecución de sus costumbres originarias, la adivinación Ifá y los nombres de los orixás se han conservado hasta hoy, formando parte de las religiones afroamericanas como la santería o el vudú.
Además de la memoria de su religión ancestral, estos descendientes de los yoruba han conservado también el uso de los cauris, un molusco originario del océano Índico que, durante la edad media, fue utilizado como moneda en toda África central. En Nigeria, para guardar estas cáscaras, se utilizaban figuras de madera como la que se muestra en la Sede Montcada.
Esta tradición, presente en África —de donde es originaria—, en América —adonde la llevaron los esclavos— y en todos los países del mundo a los que han llegado migrantes nigerianos, no solo ha sido reconocida por la Unesco como patrimonio cultural inmaterial, sino que forma parte de la vida cotidiana de muchas personas. Prueba de ello es la existencia de aplicaciones para dispositivos móviles que permiten llevar la adivinación Ifá en el bolsillo, en diferentes idiomas y con todas las variantes que la diáspora ha generado en el mundo.
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