Después de 30 años de historia, el Puerto Olímpico toma un nuevo rumbo para integrar el puerto a la ciudad y transformarlo en un espacio público seguro y de calidad, vinculado al mar y del cual pueda disfrutar todo el mundo. Se trata de un espacio comprometido con el medio ambiente y la sostenibilidad, abierto al mar y a la ciudad. Para conseguirlo, entre otras actuaciones, se ha construido un acceso que une la avenida del Litoral con el muelle de Mestral. Esta nueva entrada, pensada para peatones y también para vehículos, garantiza la permeabilidad del espacio y elimina barreras y desniveles para generar una continuidad con el barrio de la Vila Olímpica y transformar el puerto en un espacio más próximo al vecindario. El nuevo vial finalizará en el muelle de Mestral, donde gracias a la desaparición de las terrazas de los antiguos locales de ocio nocturno se configurará una gran plaza de 10.000 m², con zonas de paseo y sombra.

Por su parte, el muelle de Gregal, el ámbito donde se concentra la nueva zona de restauración, también se abre a la playa de la Nova Icària mediante una nueva entrada que refuerza todavía más el diálogo entre la actividad portuaria, el litoral y la ciudad, y que facilita que la ciudadanía pueda acceder cómodamente al futuro Balcón Gastronómico, que se proyecta como un paseo con miradores y zonas de estancia que invitarán a sentarse y relajarse.

Paralelamente, el dique de abrigo se transforma en un gran mirador delante del mar, totalmente accesible desde el paseo Marítim e integrado en la trama urbana. Se ha reforzado este dique, cosa que ha permitido intensificar la seguridad del Puerto Olímpico ante el fenómeno de los rebases durante los temporales.

El Puerto Olímpico tendrá un papel determinante en la reactivación económica de la ciudad. Por eso, se está convirtiendo en un nuevo polo de atracción de empresas de economía azul, un sector que hace compatibles el desarrollo económico y el social con la conservación de los ecosistemas marinos. El eje central del proyecto es el muelle de Mestral, donde los antiguos locales de ocio nocturno se están convirtiendo en un polo de empresas y emprendimiento de 2.600 m².