En el marco del Plan de barrios del Raval Sud y el Gòtic Sud, se ha renovado la plaza de Sant Miquel, fruto de un proceso de debate con el vecindario del barrio, que ha conseguido que la plaza —antes una explanada gris de aparcamiento llena de coches— se haya transformado en un espacio acogedor para todo el mundo y un punto de encuentro para niñas y niños, abierto a todas las personas. Esta actuación tiene por objeto convertir la plaza en un gran espacio de ocio para favorecer los usos vecinales y de ciudad jugable y supone, básicamente, la generación de nuevos espacios de juego y estancia al aire libre, la configuración de nuevos recorridos de peatones y la creación de nuevos parterres con vegetación y arbolado. También se renueva el alumbrado y la red de alcantarillado y se coloca mobiliario urbano nuevo.

La nueva configuración restringe las dinámicas vinculadas con los vehículos o los servicios y favorece las relacionadas con los usos vecinales. Se apuesta por espacios con diferentes elementos que permitan el uso intergeneracional y de manera libre y creativa, mediante juegos y espacios lúdicos. Así, se ha multiplicado por más de dos la superficie para niños y jóvenes y las zonas de estancia para familias, personas mayores y vecindario en general. Finalmente, ha crecido la superficie destinada a la vegetación y las zonas de pavimento blando o de tierra, incluido un arenero infantil.