El antiguo campo de fútbol de este barrio, en el norte de Barcelona, se ha transformado, en un proceso participativo con los vecinos enmarcado en el programa del Plan de barrios, en espacios verdes, zonas de estancia, un área de juegos infantiles con toboganes y equipamientos deportivos para todas las edades: desde una pista deportiva hasta una zona de aparatos de gimnasia y ocho pistas de petanca.

El nuevo parque del Aqüeducte se abre a un gran espacio accesible y conectado con la sierra de Collserola y el entorno natural que lo rodea, sin barreras físicas para poder pasear sin peldaños. El acueducto que da nombre al nuevo parque, construido finales del siglo xix para abastecer de agua la ciudad desde los torrentes de Ripoll y Caldes, dispone de un alumbrado especial de diferentes colores que de noche resaltan la belleza del conjunto arquitectónico: unas luces simulan el paso del agua y otros destacan los seis grandes arcos.