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Jardines del Doctor Pla i Armengol

El ámbito de los jardines del Doctor Pla i Armengol corresponde a una zona verde de más de 3,6 ha delimitada por la ronda del Guinardó, la calle de Cartagena, la avenida de la Mare de Déu de Montserrat y el torrente de Melis. La actuación forma parte del Plan del verde y la biodiversidad de Barcelona.

Se ha ejecutado una intervención que quiere preservar un gran número de árboles de gran porte, con recorridos y zonas de estancia de pequeño formato para disfrutar del espacio verde y el patrimonio histórico, en tres ámbitos claramente diferenciados: el jardín novecentista mantiene la unidad estilística del conjunto del arquitecto Adolf Florensa, que integra espacios ajardinados de representación y carácter doméstico. Se ha recuperado el patrimonio histórico y artístico restaurando muros y balaustres, así como los estanques originales, pilastras y pérgolas de madera. También se ha restaurado la Fuente de la Venus de Frejús, del mismo Adolf Florensa (1930), las fuentes octogonales y de la bancada en los jardines del lado de mar, así como una fuente novecentista, descubierta durante las obras.

En el oeste del jardín novencentista, donde estaban los establos para los caballos y con menos preexistencias valiosas, se sitúa el parque más público. Aquí se modifica puntualmente la topografía para acercarse a la ciudad. Es donde se sitúan las gradas, la plaza verde, los juegos infantiles y los miradores con vistas a la ciudad. La nueva área de juegos infantiles permite el juego inclusivo para personas con discapacidad. Se ha construido un iglú con troncos de sauce perenne, que en verano se transforma en un túnel fresco y sombrío, que forma parte de la red de refugios climáticos de la ciudad.

En el sureste encontramos el ámbito para los huertos urbanos y la promoción de la biodiversidad, con ambientes húmedos y recorridos educativos y pedagógicos. Esta zona concentra una superficie total de más de 3.200 m2 y un área de cultivo de 1.215 m2, subdivididos en 33 parcelas.

Es importante destacar que el conjunto de balsas naturalizadas funciona con un único sistema de recirculación de caudal, permiten el fomento de ecosistemas propios de ambientes húmedos y promueven así la presencia de anfibios, aves e invertebrados acuáticos como las libélulas. Asimismo, se ha respetado el ciclo del agua a fin de que el suelo permita la infiltración de agua de lluvia hacia el acuífero, utilizando pavimentos y coberturas vegetales permeables, así como sistemas de drenaje sostenible.

En el marco de esta intervención, se han plantado un total de 112.000 plantas arbustivas, de más de 140 especies, y 105 árboles, de más de 20 especies.