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La Balma, vivienda cooperativa

Este edificio para la cooperativa Sostre Cívic está realizado junto con la cooperativa La Boqueria, sobre un solar municipal destinado a vivienda cooperativa en cesión de uso.

El edificio tiene 20 viviendas, 1 de las cuales servirá de piso puente para familias en proceso de reinserción social. Las viviendas se diseñan a partir de una retícula de piezas de 16 m2 diáfanos coincidente con la estructura de madera contralaminada. Estas piezas permiten divisiones y distribuciones muy diversas y hacen que el usuario pueda tomar decisiones sobre sus espacios. Cada vivienda parte de una base de 50 m2 totalmente equipada, correspondiendo a los tipos pequeños (S). Esta unidad básica se amplía con 1 o 2 piezas y pasa a ser del tipo M o L. Las piezas que permiten esta ampliación son espacios gestionados por la cooperativa.

Del proceso participativo inicial se extrae un programa de espacios comunitarios, que son distribuidos en altura en todas las plantas del edificio y tienen un carácter diferente según el uso de cada espacio. Se ha querido que los espacios comunitarios y las circulaciones potencien las relaciones humanas, los encuentros espontáneos y las actividades de la cooperativa en todo el edificio. En la planta baja encontramos la cocina comedor comunitaria, un espacio para bicicletas y un taller abierto al barrio, el vestíbulo y dos locales comerciales que dan a la calle de Espronceda y que gestionará la cooperativa. En el resto de las plantas se distribuye el programa de piezas de pequeño formato y se potencian las circulaciones internas (sala polivalente, espacio de lectura, habitaciones de invitados, espacio de cuidados y lavandería). Finalmente, la cubierta, totalmente accesible, se entiende como el espacio exterior de la cooperativa, una terraza de más de 300 m2 que los vecinos podrán equipar con huertos productivos y un espacio de sombra y recreo. Las circulaciones acompañan siempre los espacios comunitarios. Son espacios abiertos, ventilados y soleados, que se quieren dignificar, ya que a menudo son minimizados, entendiéndolos como espacios de socialización y reposo.