“Sant Antoni del porquet sempre s'escau en disset” y dieciséis refranes más sobre San Antonio
San Antonio es un ciclo festivo muy rico que se vive de maneras muy diferentes, no únicamente en la ciudad, sino en todo el país. Otra muestra de la riqueza de la fiesta reside en el refranero, repleto de dichos y refranes que hacen referencia a esta. Los hay que hablan de la leyenda del santo y le dan especial protagonismo al demonio, los que se centran en la simpática figura del cerdito y, finalmente, un tercer grupo que trata de la intensidad del frío, de la semana de los barbudos y del gradual alargamiento del día.
El demonio
Hay un buen puñado de refranes que hacen referencia a la leyenda de san Antonio y, sobre todo, a las tentaciones del demonio: “Va dir sant Antoni que Déu va fer el vi i la borratxera el dimoni” (dijo san Antonio que Dios hizo el vino y la borrachera, el demonio). Por eso son tan populares en diversos lugares del país las escenificaciones de la vida del santo donde la figura del demonio cobra un gran protagonismo, desde Els Tres Tombs Infernals de Sant Andreu a los botargues de los Ports o los diables mallorquines: “Per Sant Antoni, un pas de dimoni” (por San Antonio, un paso de demonio). La leyenda y el estrecho vínculo de la fiesta con el fuego también hacen que se le invoque para pedirle protección: “Sant Antoni, guarda’ns de foc i dimoni” (san Antonio, guárdanos de fuego y demonio). Y en esta fiesta también encontramos un ejemplo muy destacado de la misoginia del refranero popular, que lleva a confundir a las mujeres con la figura del demonio: “Més lletja que la que va enganyar sant Pere, va temptar sant Antoni i va apedregar sant Esteve” (más fea que la que engañó a san Pedro, tentó a san Antonio y apedreó a san Esteban).
El cerdito
La iconografía de san Antonio lo representa siempre acompañado de un cerdito, a causa de un pasaje de su leyenda, donde explica que curó a un cerdo que lo acompañó siempre, en señal de agradecimiento: “Sant Antoni es va enamorar d’un porc, sant Joan d’un be i jo de vostè” (san Antonio se enamoró de un cerdo, san Juan de un cordero y de yo de usted). Por eso, antiguamente, por San Antonio eran muy populares las rifas de cerdos: durante todo el año un grupo de vecinos alimentaba colectivamente un cerdo y, al llegar la festividad, se rifaba: “Val més ésser porc de Sant Antoni, que el passegen amb música” (vale más ser cerdo de San Antonio, que lo pasean con música). Esta costumbre ha dado pie a todo tipo de refranes que hacen referencia a esos cerditos engordados colectivamente que se paseaban de casa en casa: “Anar més solt que el porquet de Sant Antoni” (ir más suelto que el cerdito de San Antonio), “Tenir menys vergonya que el porquet de Sant Antoni” (tener menos vergüenza que el cerdito de San Antonio), “Més brut que el porc de Sant Antoni” (más sucio que el cerdo de San Antonio).
Frío y sol
San Antonio cae en pleno mes de enero, una de las épocas más frías del año, y es uno de los santos más destacados de la semana de los barbudos: “Entre Sant Antoni i Sant Sebastià, més fred que entre tot l’any fa” (entre San Antonio y San Sebastián, más frío que entre todo el año hace), “Per Sant Antoni fa un fred del dimoni” (por San Antonio hace un frío del demonio), “Sant Antoni del porquet és el primer sant del fred” (san Antonio del cerdito es el primer santo del frío). Además, según el refranero, el frío llega a su cénit: “Sant Antoni el gela, Sant Vicenç el mata i la Candelera l’enterra” (San Antonio lo hiela, San Vicente lo mata y la Candelaria lo entierra).
La fiesta se enmarca en un ciclo de raíces precristianas que enlaza Navidad con Carnaval y que celebra el leve renacimiento de la naturaleza después del solsticio de invierno. Por eso, también son muy frecuentes los refranes que hablan del alargamiento del día: “Des de Sant Anton, una hora més de sol” (desde San Antón, una hora más de sol), “Per Sant Antoni del porquet a les cinc ja es veu el solet” (por San Antonio del cerdito, a las cinco ya se ve el solecito), “Per Sant Antoni Abat, s’allarga el dia mitja hora per cap” (por San Antonio Abad, se alarga el día media hora por cabeza).
Refranes extraídos del portal de dichos y refranes Tematic