El Día de San Patricio: una fiesta que explica la cultura tradicional irlandesa con tréboles y color verde
Cada 17 de marzo, la fiesta de San Patricio, el patrón de Irlanda, se celebra en muchos lugares del mundo. Aunque Barcelona no tiene una comunidad irlandesa especialmente grande, la fiesta cada vez tiene más arraigo y, poco a poco, se han ido implicando diversos colectivos de cultura popular de la ciudad. Es una oportunidad muy buena para conocer las costumbres y las tradiciones de este país, porque la fiesta se ha convertido en la muestra insignia de la cultura irlandesa. Se hacen céilithe, que son sesiones tradicionales de música irlandesa, muestras de bailes tradicionales, gastronomía…
Pero ¿por qué San Patricio se celebra con tanto fervor dentro y fuera de las fronteras irlandesas? Lá Fhéile Pádraig, tal como es denominada en gaélico, es fiesta oficial desde comienzo del siglo XVII y día festivo desde 1903. Originariamente, era una fiesta de carácter católico, pero con el tiempo ha ido evolucionando hasta convertirse en una celebración de la cultura irlandesa. En este aspecto, tuvo un peso muy destacado la diáspora irlandesa, que desde fuera del país transformó una fiesta católica en una celebración festiva y laica.
Por eso, hubo un momento, a principios del siglo XX, que el día de San Patricio era una fiesta más celebrada fuera de Irlanda que dentro. Las comunidades irlandesas de los Estados Unidos, Canadá, Australia…, hacían grandes desfiles con carrozas adornadas, donde no faltaban los dos símbolos más distintivos de la cultura del país de origen: el color verde y los tréboles. Pero la situación ha cambiado y hoy, en Irlanda, la semana de San Patricio es dedicada a la difusión y la promoción de lengua autóctona de la isla, el gaélico irlandés.
Los símbolos: el color verde y el trébol
Unos de los elementos más distintivos del día de San Patricio son el predominio del color verde —hay banderolas verdes por todas partes, la gente va vestida de este color, las fachadas de edificios emblemáticos se iluminan con focos verdes e incluso se ha llegado a teñir un río de color verde— y la costumbre de ponerse un trébol en la solapa. Todo este fervor por el color verde se asocia desde el siglo XVIII con la reivindicación nacional irlandesa y, por este motivo, es, junto con el naranja y el blanco, uno de los colores de la bandera del país. Con respecto al trébol, tiene un significado más relacionado con la vida de san Patricio, porque la leyenda cuenta que es el elemento que utilizaba para explicar a sus discípulos el misterio de la Santísima Trinidad.