Laia es una figura que representa una niña de unos trece años y va vestida con una indumentaria propia del siglo IV, época en la que el legendario barcelonés dice que vivió Santa Eulàlia, la primera patrona de la ciudad. La gegantona lleva en las manos los atributos de la santa: la palma, elemento que simboliza el martirio, y la cruz en aspa, donde se explica que la condenaron a morir. En la cabeza, lleva una corona de flores naturales.

La figura es fruto de la buena acogida que tuvo un dibujo de Carme Solé que ilustraba el programa y el cartel de las Fiestas de Santa Eulàlia de 1997. A raíz de esto, el Instituto de Cultura de Barcelona, el Distrito de la Ciutat Vella y la Coordinadora de Gegants i Bestiari de Ciutat Vella se pusieron de acuerdo para construir una gegantona y enriquecer así la imaginería festiva municipal y el patrimonio de la ciudad.

La pequeña Laia fue encargada al imaginero Xavier Jansana, quien siguió las indicaciones de la dibujante Carme Solé para construir la nueva figura. Se estrenó el 12 de febrero de 1998 en la procesión de las Laies, y desde entonces la portan y la hacen bailar los más jóvenes de las colles geganteres de Ciutat Vella.

El protocolo que desde el primer momento se fijó para la gegantona Laia establece que solo salga por las Fiestas de Santa Eulàlia. Con todo, durante el año se puede visitar en el vestíbulo del Palau de la Virreina, donde está expuesta permanentemente.