El Espíritu de la Navidad es el cabezudo encargado de inaugurar toda una serie de pesebres en el centro de Barcelona y de estrenar oficialmente las fiestas navideñas de la ciudad. Pertenece a la Asociación de Pesebristas de Ciutat Vella y es la primera pieza de imaginería festiva que ha adquirido la entidad.

El cabezudo tiene la singularidad de llevar un pesebre en la cabeza, bajo el sombrero, que se renueva cada año. Solo lo muestra cuando acaba la danza o cuando inaugura algún pesebre. También lleva en la mano el bastón de Navidad, de cuatro colores, que hacen referencia a las cuatro estaciones, y con doce cintas que representan los meses del año.

La construcción del Espíritu de la Navidad fue iniciativa de la Asociación de Pesebristas de Ciutat Vella, que quería una figura vinculada a estas fechas para animar los pesebres y más actos de estas fiestas. Lo encargaron al artista Jordi Grau, del Taller el Drac Petit de Terrassa, que lo terminó en el 2012. Del traje, se encargó Montse Ginesta.

El 30 de noviembre de 2012 se presentó el nuevo cabezudo a los barceloneses y desde entonces sale cada año solo cuando se acerca la Navidad, momento en que participa en pasacalles por los barrios de la ciudad, animando mercados, plazas y calles. También se deja ver en más actos navideños barceloneses, como en el encendido del alumbrado decorativo, el sorteo de los pajes reales de la cabalgata de Reyes y la cabalgata mismo, momento que aprovecha para despedirse de los ciudadanos hasta el próximo año.

El Espíritu de la Navidad va acompañado de un séquito formado por un grupo de músicos con instrumentos tradicionales catalanes, que interpretan piezas navideñas, y doce bailadores de un grupo de baile de la ciudad. También tiene una danza propia, con una coreografía compuesta por Montserrat Garrich y Anna Bigas. En 2013 se incorporaron una nuevas piezas en el séquito: son quatro personajes que representa les estaciones del año.