Los cabezudos vinculados al barrio de la Sagrada Família son Català, Drylus, Kiku y Gall. Son cuatro figuras que representan personajes bien diferentes, con orígenes diversos, pero que actualmente participan juntos en las salidas, siempre portados por los más jóvenes de la colla.

Català fue creado por Domènec Umbert en 1982 y estrenado ese mismo año en la calle de Sant Quintí. Nació por iniciativa de la colla de la parroquia de Sant Josep de Calassanç, como los gigantes Quintí y Peguera y los cabezudos Macers. Como el paso del tiempo y las salidas lo fueron deteriorando, hace pocos años tuvo que ser restaurado. De esta tarea se encargó el geganter Francesc Cisa.

Drylus es un cabezudo que representa un dragón infantil, hecho con colores vivos y con una boca grande y bien abierta que deja ver unos dientes afilados. Dicen que vino a Barcelona para visitar a su primo, el dragón del Park Güell, y que le gustó tanto que se quedó. Sale siempre acompañado de otro cabezudo, Kiku, un niño africano sonriente, que parece feliz de llevar una gran piruleta que está a punto de comerse.

Finalmente, Gall es el benjamín de la colla. No falta nunca en las salidas de los cabezudos y, como es tan menudo, lo llevan los niños y niñas más pequeños. Estas tres últimas piezas son cabezudos seriados comprados en una tienda, de autor desconocido.

Los cabezudos Català, Kiku, Drylus y Gall son figuras de imaginería festiva que actualmente lleva la Associació Fal·lera Gegantera de la Sagrada Família, colla encargada de custodiar y hacer salir, entre más piezas, a los gigantes y gegantons de la Sagrada Família y los de Sant Josep de Calassanç.