Cada año por Pentecostés, una veintena de agrupaciones corales humorísticas desfilan por las calles de la Barceloneta disfrazadas y blandiendo objetos de un tamaño desmesurado. Esta fiesta tan particular, que también se hace en el barrio del Raval, se conoce con el nombre de los Cors Muts y se celebra durante todo este fin de semana largo. Se trata de la evolución festiva de la tradición coral catalana, que desde el siglo XIX está muy arraigada en la ciudad. Pero la fiesta de los Cors Muts abandona la vertiente musical para centrarse más en la parte lúdica y social, porque la mayoría de las corales que participan en la fiesta ya no se dedican al canto.

La fiesta, que tiene tres días de duración, empieza el sábado por la mañana con el primer pasacalle. Tiene lugar de las 8.00 horas al mediodía, y sirve para despedir a las colles que se marchan a pasar el fin de semana fuera. Al ritmo de varias agrupaciones de calle, los miembros de las corales bailan por las calles del barrio llevando el emblema de su agrupación bajo una lluvia de confeti. La celebración se reanuda a la vuelta, el lunes por la tarde. Ese día, hacia las 17.00 horas, se hace el segundo desfile, que tiene un aire más desenfrenado. Todavía impregnados del ambiente de fiesta que han vivido durante la salida, los miembros de las agrupaciones desfilan disfrazados y el jolgorio dura exactamente hasta medianoche.

Uno de los rasgos más característicos de la fiesta es la indumentaria de los participantes. Cada agrupación coral se diferencia del resto llevando camisetas con estampados vistosos o pañuelos coloridos que suelen complementar con sombreros, abanicos, collares y gafas de sol. Pero, aparte del disfraz, lo más llamativo de la fiesta son los objetos de madera que blanden la mayoría de los participantes: representan hachas, timones, arpones, tridentes, remos… Eso explica muy bien el origen de la fiesta, cuando las corales se agrupaban por gremios, y en un barrio marinero como la Barceloneta abundaban los oficios de mar.

Los Cors Muts del Raval

Estos mismos días el barrio del Raval también celebra su fiesta de los Cors Muts. El procedimiento y los orígenes de la celebración son los mismos que los de la Barceloneta, pero con un par de diferencias. Los utensilios que blanden la mayoría de las agrupaciones del Raval hacen referencia al pasado obrero y menestral del barrio: abundan los tenedores, cuchillos, parrillas y navajas. Aquí la pirotecnia también tiene un papel destacado porque las agrupaciones cuelgan cascadas de fuego en la entrada de sus locales.