“Que santa Lucía te conserve la vista” es una expresión popular que se dice cuando alguien no encuentra algo que tiene delante de las narices. Y es que santa Lucía, a causa de algunas escenas de su martirio, es una santa invocada para curar todo tipo de males relacionados con la vista. Eso hace que, por extensión, también sea la patrona de los oculistas y, a la vez, de una buena retahíla de oficios que solo se pueden ejercer con buena vista. Tradicionalmente, eran modistas, encajeras, bordadoras… Sin embargo, tal como explica Festes.org, actualmente se han añadido todavía más: escritores, fotógrafos, diseñadores gráficos e informáticos también necesitan la protección de la santa.

La fiesta de santa Lucía estaba muy arraigada y por todo el país todavía se celebran actividades de todo tipo: la fiesta de las llucietes, encuentros, ferias, fiestas mayores de invierno… En Barcelona es costumbre, cada 13 de diciembre, día de la santa, pasar a pedir protección contra los males de ojo en la capilla que tiene dedicada dentro de la Catedral. Centenares de devotos, entre los que hay muchas modistas, encienden velas y, al final del día, la pequeña capilla queda inundada de luz. Además, esta fiesta, que tomó vuelo a principios del siglo XX, coincide con uno de los momentos del año en el que la noche es más larga.