El 16 de julio diversas poblaciones de la costa catalana celebran la festividad de la Virgen del Carmen, la patrona de la gente de mar. Marineros, pescadores y todo tipo de navegantes le rinden culto para que los proteja de los peligros más habituales del mar.

En Barcelona la fiesta se celebra en la Barceloneta, el barrio marinero por excelencia de la ciudad. La fiesta está organizada por la cofradía de pescadores del barrio, que cada año, el sábado siguiente al 16 de julio, saca la imagen de Virgen del Carmen a la parroquia del barrio en procesión. Después de recorrer las aguas del puerto se ofrece una misa presidida por la Virgen en un altar improvisado en el muelle, donde se le realizan ofrendas. Finalmente, la fiesta se cierra con una actuación de una coral de la Barceloneta, un elemento muy tradicional del barrio.

Motivo

El ritual de la fiesta del Carmen es más o menos lo mismo en todos los lugares: la cofradía local de pescadores saca la imagen de la Virgen en procesión y la lleva hasta el puerto, donde es embarcada. La procesión continúa dentro del mar, donde se forma un grupo de barcos de todo tipo que siguen el paso. Habitualmente se navega hasta un punto destacado o significativo de la costa y al llegar a tierra se celebra una misa presidida por la Virgen.

La finalidad del ritual es honrar a la Virgen del Carmen para pedirle protección ante los peligros más habituales del mar, como tormentas y naufragios.

Orígenes

El origen de la festividad de la Virgen del Carmen como patrona de los navegantes se encuentra en la leyenda que cuenta que la Virgen salvó un barco inglés a la deriva en medio de una tormenta terrible. En medio de la desesperación, uno de los marineros salió a rezar, se arrancó el escapulario de la orden Carmelita y lo tiró al mar. Eso hizo que la tormenta se detuviera inmediatamente. Parece que la difusión de esta leyenda contribuyó a consolidar el patronazgo de la Virgen del Carmen entre los marineros y navegantes.

En el siglo XVIII, el almirante mallorquín Antoni Barceló Pont de la Terra promovió esta festividad entre sus hombres y enseguida los marineros la hicieron patrona y pasaron a llamarla ‘Stella Maris’. Poco a poco la devoción se extendió entre los marineros y lentamente fue sustituyendo a san Telmo, que tradicionalmente había sido el patrón primigenio de los navegantes y marineros catalanes.