La cornamusa o sac de gemecs es un instrumento musical de la familia de los aerófonos, constituido por un odre pequeño de cuero que sirve de depósito de aire. Este odre tiene tres agujeros, a los que se adaptan diferentes tubos: el más pequeño, denominado tudel, sirve para insuflar el aire con la boca; el segundo, el caramillo, tiene una serie de agujeros que permiten hacer la melodía; y del tercer agujero, llamado bordón, sale un número variable de tubos.

El origen de la cornamusa es incierto, pero todo apunta a que proviene de la época romana. De hecho, se pueden encontrar variedades en toda Europa. Dentro de los territorios de habla catalana, tiene una larga y arraigada tradición que se remonta al siglo XII. Con las variantes correspondientes, se denomina sac de gemecs en el Principado, buna en Andorra, coixinera en la Comunidad Valenciana y xeremia en las Baleares.

Actualmente es un instrumento de uso poco extendido, pero se ha conservado muy bien en Mallorca, donde es una pieza clave de la música tradicional. En todo tipo de fiestas populares, hay formaciones de calle compuestas por una xeremia, un tamboril y un flabiol. Fuera de Mallorca, la cornamusa se suele tocar acompañada de otros instrumentos en formaciones como la media cobla, la cobla de tres quartans y la cobla de ministrers.