Las alfombras son obras de arte efímero que tradicionalmente se elaboraban con pétalos de flores, flores enteras y hierbas, aunque ya hace unos cuantos años que se experimenta con más materiales, como semillas, serrín o poso de café. Pueden representar motivos muy diversos, pero los más frecuentes suelen ir ligados a la religiosidad propia del Corpus, en primavera; a temas locales, o simplemente representar motivos geométricos.

De la misma manera que con las enramadas, encontramos su origen más remoto en las decoraciones con flores y hierba que se llevaban a cabo en los hogares romanos en época primaveral. También cabe señalar que las decoraciones florales son un rasgo muy común a todas las culturas.

Las alfombras no son exclusivas de la fiesta del Corpus, aunque es en esa fecha cuando la manifestación se hace más visible. Al principio, tenían la función de transformar el espacio festivo y, al mismo tiempo, servían para perfumar el ambiente, sobre todo cuando la procesión pisaba las flores.

Algunas poblaciones han conseguido mucho renombre gracias a las alfombras. Es el caso de Sitges, La Garriga o Arbúcies, pero hay muchas más donde se elaboran.

Normalmente los alfombreros se organizan en agrupaciones locales, de calles y plazas que, además, compiten entre ellas. En el año 2005 se constituyó la Federación de Entidades Alfombreras de Cataluña con el objetivo de unir esfuerzos para mantener y difundir la tradición y, al mismo tiempo, avanzar en la mejora de este arte.