Volante de Sant Cristòfol
El volante de Sant Cristòfol es un dulce hecho de pasta de brioche, adornado con fruta confitada y azúcar, que tiene forma de volante. Se puede encontrar en las pastelerías barcelonesas en torno a la festividad de San Cristóbal, el 10 de julio.
San Cristóbal es el patrón de los viajeros y, por extensión, de los automovilistas. Por eso, toda una serie de parroquias de Barcelona lo homenajean con ceremonias de bendición de vehículos, especialmente en la calle de Regomir, en Ciutat Vella. A raíz de este patronazgo, el gremio pastelero decidió comercializar el dulce del volante, que se ha convertido en manjar tradicional de la festividad.