Coca de San Juan
La coca de San Juan es una de las más populares de Cataluña y puede ser de diversas clases: confitada con mazapán, crema o nata y decorada con piñones, chicharrones o fruta confitada. Es el alimento tradicional de la noche de San Juan, en la que se reparte en las verbenas junto con vinos dulces o rancios; hoy, sin embargo, estas bebidas han ido dejando paso al cava.
La coca de San Juan deriva del roscón de huevos que se comía antiguamente: un dulce de forma redonda, que era una reminiscencia clara del culto al sol. Según el cocinero Ignasi Domènech, tiene que ser el doble de larga que ancha.
Elaboración
Ingredientes: 250 g de harina de fuerza, 200 g de frutas confitadas (melón, naranja, cerezas, etc.), 75 g de leche, 55 g de mantequilla blanda, 55 g de azúcar, 25 g de piñones, 20 g de levadura prensada, 2 huevos, media copa de anís, piel de limón rallada, sal, azúcar, y aceite o mantequilla.
Deshaz la levadura con la leche un poco caliente.
Añade 3 cucharadas de harina y trabájala hasta obtener una masa lisa; déjala descansar hasta que haya doblado el volumen.
Forma un volcán con la harina sobre el mármol y, en el centro, pon la mantequilla, los huevos, el azúcar, la sal, la ralladura de limón y el anís.
Trabaja con la mano o con un tenedor los ingredientes del centro, añade la masa fermentada y continúa trabajando la mezcla con la harina hasta obtener una masa fina y compacta.
Estírala sobre una placa de horno untada con aceite o mantequilla. Debe tener un grosor de 1 cm aproximadamente, y una forma ovalada.
Píntala con huevo; coloca encima las frutas confitadas, cortadas a trozos, y déjala descansar hasta que doble el volumen.
Reparte los piñones por encima de la coca, espolvoréala con azúcar y cuécela al horno a 180 ºC durante unos 20 minutos.