Badalot y Forjat son unos gigantes que nacen para defender al rey Gaudí y la reina Pedrera, las figuras que encabezan la comparsa de la Casa Milà. Por eso, representan guerreros preparados para luchar: Badalot lleva una porra larga con pinchos y Forjat tiene un dragón alado en forma de cetro que está a punto de atacar. Son unas figuras de fisonomía de Gaudí que llevan alegorías del mar y la montaña, como redes de pescar, racimos de uvas o conchas.

La historia de estos gigantes empezó en 1998, cuando la Obra Social de la Caixa de Catalunya, después de haber restaurado la Casa Milà de Antoni Gaudí, conocida popularmente con el nombre de la Pedrera, decidió construir un conjunto de figuras que representaran el edificio en acontecimientos culturales y festivos.

La construcción de la comparsa, formada por los guerreros, los reyes y dos cabezudos, se encargó al maestro geganter Toni Mujal, que la terminó en 1998 y enseguida se pudo estrenar con motivo de la fiesta de la restauración a fondo de la Pedrera. A partir de ese momento, las figuras empezaron a participar en pasacalles y encuentros del barrio, como también en las Fiestas de La Mercè y las de Santa Eulàlia.

En el año 2011, después de estar encerrados más de seis años, los gigantes volvieron a ver la luz restaurados también por Toni Mujal, quien los repintó, los cambió de vestido y los hizo más portables. Entonces, la Fundación Catalunya Caixa los cedió a la Coordinadora de Geganters de Barcelona, encargada todavía hoy de sacarlos y hacerlos bailar en fiestas populares, de custodiarlos y de ocuparse de su mantenimiento. Cuando no salen, se encuentran expuestos permanentemente en la sede del Distrito Municipal de L'Eixample.

Los Gigantes de la Pedrera tienen baile propio, con una música que es obra de Joan Amargós y una coreografía ideada por Abel Plana, Maurici Arias, Josep Maria Blanes, Miquel Burgès y Nicolás Alonso, miembros de la Coordinadora de Geganters de Barcelona.