Gigantes del Pi
Ficha técnica
Descripció
Mustafà
Construido en 1772 por
Ramon Amadeu
-
Alçada
4.28m. -
Pes
63.00kg.
Histórico de restauraciones
Restauracions
Restaurado en 1986 por Manel Casserras i Boix
Descripció
Elisenda
Construida en 1772 por
Ramon Amadeu
-
Alçada
4.17m. -
Pes
59.00kg.
Histórico de restauraciones
Restauracions
Restaurada en 1987 por Manel Casserras i Boix
La tradición gegantera en la parroquia de Santa Maria del Pi viene de antiguo. Tenemos noticia de la participación de gigantes relacionados con esta parroquia desde el año 1601, con motivo de las fiestas organizadas para celebrar la canonización de san Raimundo de Peñafort. Se sabe que el gigante iba vestido de guerrero cristiano.
Son conocidos en todas partes por su popular canción, surgida en el Corpus de 1798. La canción hace referencia, por una parte, a una reforma de La Rambla, en la que el paseo central quedó elevado y fue denominado popularmente el terrat. El paseo estaba flanqueado por dos pasos inferiores por donde circulaban los carruajes y más vehículos, y que se denominaban el camí. Así, los Gigantes de la Ciudad bailan por el terrat y los del Pi bailan por el camí. Además, la letra de la canción hace referencia a otro hecho: en 1798 el capitán general de Cataluña y duque de Lancaster levantó las prohibiciones dictadas por Carlos III en 1780, según las cuales los gigantes no podían participar en las procesiones; una lectura esmerada de la letra de la canción nos descubre este hecho: "Ara ballen, ara ballen" (ahora bailan, ahora bailan) indica que antes no bailaban.
Todo hace pensar que las figuras con las fisonomías actuales surgieron en 1772 y algunos documentos apuntan que son obra de Ramon Amadeu. Aun así, este dato todavía no se puede considerar seguro. Hay quien defiende que el gigante y la giganta son obra de diversos artistas y que datan de los primeros años del siglo XIX.
Sí que sabemos con absoluta certeza que en 1860 fueron objeto de una restauración a fondo. La factura correspondiente que hay en el archivo de la parroquia es muy detallada y permite deducir la gran riqueza de los atavíos y del vestuario. Finalmente llegó el olvido: en 1870 son guardados junto con los gigantes pequeños; no se sabe el motivo, pero se supone que fue el exceso de peso, que los hacía pesados de llevar.
Una vez guardados, en el año 1892 estos gigantes sirvieron de modelo a Josep Lluís Pellicer para construir unos Gigantes de la Ciudad nuevos. Las copias se hicieron en los talleres Llobet i Renart de la calle de la Palma de Sant Just. La pareja representaba a los personajes bíblicos del rey Asuero y la reina Ester de Persia. Por el legado fotográfico, sabemos que las dos figuras estuvieron muy conseguidas en majestuosidad y belleza, aunque no fueran del agrado de los barceloneses de la época.
Durante la guerra de 1936-1939, la parroquia del Pi fue incendiada. Sin embargo, tanto una gran parte del archivo parroquial como los gigantes se salvaron de las llamas gracias a la intervención de la Sección de Archivos de Patrimonio Histórico, Artísticos y Científicos de la Generalitat de Catalunya y del buen hacer de Agustí Duran i Sanpere que, en aquel momento —y hasta el final del conflicto bélico— coordinaba en Barcelona la protección de elementos patrimoniales. En primer lugar, los gigantes fueron a parar a la casa de l'Ardiaca y, finalmente, al monasterio de Pedralbes, de donde fueron devueltos al Pi acabada la guerra.
Recuperados el 12 de junio de 1960 gracias a la voluntad popular de feligreses y barceloneses, los trabajos de la restauración fueron a cargo de Manel Casserras i Boix, de Solsona, bajo la dirección de Evarist Mora. Los gigantes representan un noble moro y una dama cristiana. En 1985 se bautizan con los nombres de Elisenda y Mustafà. Con el fin de preservar las valiosas piezas originales, se decidió hacer copias que, al mismo tiempo, podían ser más ligeras y más fáciles de cargar. Las copias se hicieron en dos partes: el gigante, en 1986, y la giganta, en 1987.
Mustafà y Elisenda participan en el séquito popular de Barcelona y están presentes en los momentos festivos más importantes. Aparecen siempre en la procesión del Corpus y en las Fiestas de Santa Eulàlia; también en las Fiestas de La Mercè: en el Toc d'Inici, el Séquito de Autoridades y la Cabalgata; y, además, son los anfitriones de las Fiestas de Sant Josep Oriol.
Desde el 2010, los originales o gigantes viejos participan en el pregón de las Fiestas de Sant Josep Oriol del barrio del Pi, único momento del año en que podemos ver cómo bailan.
Cuando no salen, los podemos admirar doblemente: las copias están expuestas en la Casa de los Entremeses y los originales, en una vitrina dentro de la iglesia del Pi.