Súper-vivencia, una experiencia sorprendente y educativa
03OCT2016
Este curso, el museo ofrece nuevas actividades para diferentes ciclos y niveles educativos. Os presentamos una en la que se experimenta con la tecnología, el conocimiento y la capacidad de colaborar.
Seríamos capaces de sobrevivir en una situación límite, donde no tuviéramos al alcance las herramientas y medios tecnológicos que utilizamos en nuestro día a día? Este es el reto que plantea la actividad educativa Súper-vivencia, dirigida a estudiantes de ESO y que se realiza en la sede de Montjuïc del Etnológico.
Una breve visita observando objetos procedentes de diferentes lugares y épocas nos señala como sociedades alejadas en el espacio y en el tiempo han encontrado soluciones similares para sus problemas cotidianos, recurriendo a un abanico básico de materiales que podemos encontrar en la naturaleza. Partiendo de elementos muy primarios, como el barro, las piedras o los vegetales, los participantes experimentarán en grupo como manipularlos para construir herramientas que solucionen las pequeñas pruebas que se plantearán.
La combinación de ingenio y pequeñas pistas que ofrecen los educadores nos permitirá descubrir cómo determinados inventos muy sencillos facilitan la fabricación de otros. Por ejemplo, a partir del conocimiento básico para construir cordel, encontraremos diferentes aplicaciones como unir elementos, tejer redes, tirar objetos o construir trampas.
A pesar de la naturaleza primaria de los elementos empleados, reconoceremos técnicas que aún están presentes en nuestra manera de procesar los materiales. Un acto tan básico como moler nos enseñará una transformación que facilita el uso de sustancias comunes en alimentos, pinturas o la construcción. Todo ello supone una aproximación vivencial a contenidos curriculares de tipo tecnológico, que posteriormente se podrán desarrollar en el aula.
Pero la actividad también nos ayudará a tomar conciencia de otra característica común de la humanidad: la capacidad de colaborar y compartir el conocimiento. La dinámica del taller incentiva que los participantes intercambien sus descubrimientos para potenciarse mutuamente, aprendiendo que la creatividad es a menudo un proceso colectivo, y que las diferentes aportaciones individuales repercuten en el éxito del grupo.
Esta propuesta es un buen ejemplo de cómo los contenidos del Etnològic pueden adaptarse a diferentes perspectivas temáticas, ofreciendo además una dimensión social y de educación en valores. Podéis consultar todas las actividades educativas que se ofrecen tanto en Montjuïc como en la sede del barrio de La Ribera.