Sant Nin y sant Non: los patrones de los agricultores que vencieron a los 'simiots'
26JUL2017
Sant Nin y sant Non: los patrones de los agricultores que vencieron a los 'simiots'
El 30 de julio se celebra la festividad de san Nin y san Non, nombre que reciben en los territorios de habla catalana san Abdón y san Senén. Fueron los primeros patrones de los agricultores catalanes y en algunas localidades todavía les agradecen que los salvaran de unos seres maléficos: los 'simiots'.
Son dos santos que, según la tradición católica, habrían vivido en el siglo III y que murieron, víctimas del martirio a manos de los romanos, un 30 de julio. Ellos, sin embargo, eran de origen persa, unos caballeros cristianos que al ser exhortados por las autoridades a que adoraran a los dioses de Roma se negaron y fueron azotados y lanzados a las fieras. Los animales salvajes que tenían que devorarlos, sin embargo, habrían caído a sus pies y, en pleno anfiteatro, les habrían rodeado para protegerles. Finalmente, según explica la tradición católica, les cortaron las cabezas.
Adoptados como patrones de las cofradías de agricultires, en Cataluña estos santos fueron considerados patrones del campesinado, del mismo modo que sant Galdric, y se les invocaba especialmente como protectores contra las granizadas y tormentas veraniegas, de ahí que en muchas localidades se les conozca como "los santos de la piedra".
El advocación de san Isidro como patrón de los labradores impulsada por las autoridades castellanas a partir del siglo XVIII hizo decaer el culto a estos santos, a pesar de que aún se les recuerde en muchas fiestas y tradiciones de puntos diversos.
Retablo de los santos Abdón i Senén de Jaume Huguet. 1460
Iglesia de Sant Pere de Terrassa
Así, en la población tarraconense del Morell se celebra por la festividad de los santos una guerra de agua que recuerda la lucha que, hasta los años 70 del siglo XX, mantuvieron los labradores de la población contra el gusano de la madera, un parásito que amenazaba los avellanos de la zona. Un gusano gigante de más de diez metros de longitud, sus gusanitos, mariposas y muchos agricultores cargando unas pistolas de agua que recuerdan a los productos con que se combatía el gusano forman parte de la fiesta.
En Cubelles, en Riudecanyes, en Inca (Mallorca)... En todos estos lugares y muchos más se celebran fiestas en honor de san Nin y san Non. Los santos son especialmente populares en el Pirineo y, más concretamente, en la Cataluña francesa, en la localidad de Arles del Tec (Vallespir).
Allí se creía que vivían los 'simiots', seres peludos y malolientes que subsistían subidos a los árboles y de los cuales ya hablaba Joan Amades, que recogía la tradición que estos seres habían vivido en el Canigó. Robos a los agricultores, secuestros de niños y niñas y el poder de convocar con su aullido unas tormentas destructoras eran algunas de las características de estos 'simiots' y casi hicieron que los habitantes de Arles del Tec, localidad fundada al amparo del monasterio de Santa Maria de Arles, abandonaran la villa.
El abad del monasterio, Arnulfo, decidió finalmente viajar a Roma, de donde habría vuelto con los reliquias de San Abdón y San Senén, el poder milagroso de las cuales habría logrado que la población se liberara de la maldición de estas bestias, una especie de faunos o sátiros propios de la tradición catalana.
Escudo de Arles sur Tech, con los dos seres (simiots) característicos del folklore de la localidad