Las fiestas republicanas de la independencia
27JUL2016
Todas las colectividades necesitan celebrarse para afirmar su existencia, y las naciones no son una excepción. A lo largo de julio se celebran las fiestas nacionales de varios países.
España, al igual que Cataluña y otros estados europeos, busca sus orígenes en pasados remotos, a menudo en unos tiempos en los que no se concebía la nación tal como lo hacemos ahora. La veneración de santos y vírgenes como patrones nacionales es común desde la edad media. Santiago y la Virgen del Pilar en España y Sant Jordi en Cataluña, son claros ejemplos. El culto a los tres se puede vincular a su papel como protectores en la lucha contra los sarracenos durante la mal llamada reconquista, el proceso histórico de expansión que definiría los territorios que política y culturalmente se consideran parte de las respectivas naciones.
En el caso hispánico, a la celebración de la Virgen del Pilar, el 12 de octubre, se sumó la conmemoración de la llegada de Colón a América. El día de la hispanidad, originalmente día de la raza, se interpretó de maneras muy diferentes a ambos lados del Atlántico: mientras en Hispanoamérica se reivindican los lazos culturales, una lengua común e incluso la resistencia indígena contra la conquista, en España se celebra la gloria de un antiguo imperio que hace dos siglos que desapareció.
Precisamente la desaparición de este imperio americano es recordado cada año en los diferentes países que surgieron de su desmembramiento. Las ideas ilustradas y liberales que habían arraigado en el siglo XVIII llevaron a reclamar unas formas más democráticas de gobierno tanto en el antiguo continente como en las colonias de ultramar. La resistencia del antiguo régimen en Europa precipitó la declaración de independencia de Estados Unidos, un 4 de julio de 1776 que todavía se celebra, como bien sabemos, por ejemplo, a través de películas. Otro día del mismo mes, el 14, de 1789, se iniciaba en París la insurrección que daría lugar a la Revolución Francesa. A pesar del triunfo final de la reacción, con la restauración de las monarquías en 1815, la semilla revolucionaria ya estaba plantada y marcaría gran parte de la historia del siglo XIX.
En el caso de las colonias españolas, los procesos de independencia se iniciaron en el período de la invasión napoleónica de la metrópoli, pero se culminarían durante la restauración borbónica. Todos los países adoptarían la forma de república, inspirados por el modelo norteamericano, y diferentes episodios del enfrentamiento con las fuerzas coloniales serían celebrados como fiestas nacionales de los nuevos estados.
Este año se celebra el segundo centenario del congreso de Tucumán, donde se declaró la independencia de Argentina el 9 de julio de 1916. La efeméride, recordada cada año, el 2016 ha sido un acontecimiento que ha abarcado todo el mes, con actos políticos y también festivos. La comunidad argentina en Barcelona, así como el consulado, también lo ha celebrado de maneras diversas.
En el caso de Venezuela también se celebra la declaración de independencia, que tuvo lugar el 5 de julio de 1811. Este año se ha celebrado en el recinto del Pueblo Español, con actividades para toda la familia y conciertos, que se han extendido desde el mediodía hasta la noche.
Colombia y Perú también celebran su día nacional este mes, los días 20 y 28 respectivamente. En el caso peruano también se celebra la declaración de la independencia, pero en Colombia la efeméride corresponde a un motín -similar, por tanto, el caso francés- conocido como El Florero de Llorente. Ambas celebraciones, en Barcelona, tuvieron lugar el pasado domingo 24, en los parques del Foro y de la Vall d'Hebron.
Un tipo de fiestas nacionales que se corresponden a naciones jóvenes, con unas tradiciones patrióticas republicanas que aquí sólo hemos conocido efímeramente.
Imágenes:
Arriba: Pintura del congreso de Tucumán, declaración de independencia de Argentina
Debajo: Cartel de la celebración del día de Colombia en Barcelona de 2016