Kamisumō. ¡Divirtiendo a los espíritus!
05JUN2016
El próximo domingo 12 de junio os proponemos una actividad para conocer en familia, a través del juego, algunos elementos de la cultura, las creencias y el deporte más idiosincrásico de Japón.
Desde de los primeros contactos entre Europa y Japón, este país asiático fascinó a Occidente. Desde sus tradiciones ancestrales a creaciones modernas como el manga o el anime, diferentes elementos de la cultura nipona han sido incorporados, imitados y recreados en nuestro país. Si deseáis ver algunos ejemplos en el museo disponemos de ellos. En la sede de la calle Montcada podemos ver un kimono (propiamente un kosode) que procede de la colección de Apel·les Mestres (1854-1936). También en la sede de Montjuïc en el espacio Sentir l’Objecte de la exposición estable, encontramos los adornos de la calle Verdi, galardonada con el primer premio en la Fiesta Mayor de Gràcia que se inspiraron en la cultura nipona.
Otro elemento que ha arraigado en Occidente y en todo el mundo son sus artes marciales. El judo y el karate, entre otros, son originarios de Japón, aunque tienen influencias de otros países asiáticos tanto en su técnica como en su filosofía y fueron desarrollados en épocas modernas. Pero el deporte con más tradición y más vinculado a la religión ancestral,
el sintoísmo, es el sumo. Su práctica reglamentada en campeonatos se remonta al siglo XVI, pero los rituales asociados y la indumentaria utilizada tienen unas raíces milenarias, ya que más que un deporte o una lucha se trataba de una práctica religiosa.
El espacio donde se sitúan los luchadores de sumo recuerda la forma de un santuario, y el traje del árbitro, la de un sacerdote. Se cuenta que los kami, los espíritus propios de la tradición sintoísta, disfrutan viendo como los humanos luchan, y como en agradecimiento favorecen las cosechas. El artista y narrador Yoshi Hioki nos descubrirá las raíces sintoístas del sumo, mientras preparamos y jugamos al kamisumō, la versión en papel del popular deporte japonés.
La palabra kami puede referirse a los espíritus, pero también quiere decir papel, aunque en japonés se representan con caracteres diferentes. La semejanza fonética entre los dos términos produce el juego de palabras que da nombre a esta actividad, que también tiene un origen ritual pero que hoy en día es un entretenimiento infantil.
Si venís el próximo domingo al el Museo de Culturas del Mundo, podréis hacer manualidades, jugar, aprender sobre Japón e incluso ¡hacer reír a los espíritus!.