Fiestas del mundo: Songkran o el año nuevo pasado por agua de los tailandeses

“Sabadi Pi Mai” o, lo que es el mismo, feliz año nuevo. Y es que el 13 de abril se celebra el año nuevo budista y en Tailandia lo conmemoran con una tradición que quizás tenga un origen religioso pero que ha acabado convertida en una fiesta divertidísima en la que nadie se escapa de acabar empapado.

Sí, Buda murió, según se cree, 543 años antes del nacimiento de Cristo, así que para el calendario budista estamos en el año 2561. Es una fecha para celebrar... Y a pesar de que no en todos los países budistas se conmemora el inicio del año en el mismo momento, en Tailandia cae, exactamente, en medio del mes más caluroso. Como si se tratara de nuestro agosto, en abril todos los tailandeses pasan calor, de ahí que el año nuevo sea un buen momento... para refrescarse un poquito. Es el final de la época seca y pronto llegará el monzón y las lluvias, tan importantes en la zona para el cultivo del arroz.

Como ocurre con el año nuevo chino, el Songkram es una fiesta para vivir con la familia, lo que provoca que, en este periodo, el número de viajeros que recorren el país para regresar a casa crezca de manera exponencial. Todos, una vez lleguen a su hogar, buscarán un cubo de agua, unas botellas, unas mangueras o bien pistolas de agua con las cuales saldrán a la calle dispuestos a regar a todo el que se cruce con ellos. Ni soldados, ni policías ni los mismos monjes o monjas budistas se librarán, porque de hecho el agua que todo el mundo se lanza equivale a un deseo de buena suerte.

Originalmente, los fieles se dirigían aquel día a los templos dedicados a Buda y rociaban las estatuas con agua bendita. Del mismo modo, era costumbre mojar con un poco de agua la espalda o la palma de la mano a los mayores de la casa, lo que se consideraba de buen augurio y una muestra de respeto. De aquí a las celebraciones actuales, en las que el componente religioso se ha desvanecido ligeramente para dar  lugar a unas autenticas batallas de agua de carácter festivo, sólo  había un paso.

Los más tradicionales, sin embargo, seguirán acercándose a los templos o wats como cada año para rezar, meditar, llevar comida a los monjes y rociar las estatuas de Buda con agua y pétalos de flores, que quedan bendecidos en cuanto han tocado la imagen. Es un ritual que representa la purificación y la manera de lavar los propios pecados y la mala suerte.

La forma más popular de celebrar la fiesta, de manera especial entre la juventud, es lanzar agua por todas partes. Y también pintarse la cara con un polvo blanco. Además, los tailandeses aprovechan la llegada del año nuevo para hacer una limpieza a fondo de la casa, puesto que empieza un nuevo ciclo y conviene hacerle frente en las mejores condiciones posibles. Y, si puede ser, el día antes de la celebración del año nuevo toda la familia se acerca a la orilla de un río para construir unas pagodas de tierra y arena que al día siguiente presentarán como ofrenda en el templo.

El carácter festivo de la celebración, sin embargo, prevalece. Especialmente desde que la descubrieron unos turistas que, ahora, aprovechan la ocasión para visitar el país durante estas fechas y empaparse, y nunca mejor dicho, de las ricas tradiciones tailandesas.