Fiestas de todo el mundo: San Antonio

San Antonio: de los Tres Tombs a la Santantonà

A mediados de enero, regresa a las calles de Barcelona la fiesta de san Antonio, llenando de carros y carruajes el barrio del mismo nombre y el de Sant Andreu. Este último, sin embargo, acoge una tradición relativamente nueva, los Tres Tombs Infernals, que teatraliza y llena de humo y fuego un conocido episodio de la vida del santo. Pero no es, ni mucho menos, el único lugar donde la vida del san Antonio se convierte en teatro ¿Habéis oído hablar de la Santantonà de Forcall, en Els Ports?

Recordemos, de entrada, que como patrón de las caballerías y los animales de pie redondo, la fiesta de san Antonio transporta a los barceloneses y barcelonesas a un tiempo en que las bestias de carga eran elementos imprescindibles en la vida diaria. De ahí las procesiones de carros y carruajes que se celebran tanto en Barcelona como en muchos territorios de habla catalana y que, pese a su importancia, representan sólo una de las muchas caras de la fiesta. No hace falta ni dejar la ciudad para encontrarse con los Tres Tombs Infernals, una fiesta reciente (el año pasado cumplió 25 años) que se celebra en el barrio de Sant Andreu de Palomar y que se centra en una leyenda relacionada con la vida del santo: las tentaciones de san Antonio. Según esta historia, explicada en la hagiografía que nos dejó san Atanasio, san Antonio se retiró del mundo y se marchó a vivir a una cueva. Viendo que perdía un alma, el demonio se presentó en la cueva del santo y le tentó ofreciéndole poder, placeres y sexo, siendo vencido en cada ocasión. La cuadrilla de diablos local, La Satànica de Sant Andreu, revive cada año el episodio, con pirotécnica, fuegos artificiales y un gran protagonismo de los diablos, en los Tres Tombs Infernals. Pero las tentaciones de san Antonio se representan también en muchos pueblos con motivo de la festividad del santo.

La fiesta de san Antonio está muy extendida y es especialmente vistosa, por ejemplo, en las Islas Baleares, pero adquiere un grado especial de sofisticación en la comarca valenciana de Els Ports, donde se celebran las llamadas Santantonades o Santantonàs.

En Cinctorres, en Todolella, en Herbers y, especialmente en Forcall, se celebran unas fiestas que tienen como elemento central la llamada "Barraca". Es, de hecho, una gran hoguera, a veces de varios pisos, construida alrededor de un mayo (o Maio) o gran árbol cortado el día de san Esteban que, copa incluida, sostiene la estructura. La Barraca, imagen del infierno, se enciende durante una celebración que tiene el fuego como protagonista... pero también la vida del santo. Y es que la teatralización del episodio de las tentaciones, es una constante en estas celebraciones donde a veces incluso hay personajes como la temptaora o, según dónde, la Filoseta o la Filandrona, habitualmente un hombre travestido que recorre los domicilios particulares gastando bromas de carácter sexual a los habitantes de la casa, abriéndose de piernas y levantándose las faldas en una alusión a las tentaciones a las cuales fue sometido san Antonio.

De todas estas fiestas, una de las que tiene una tradición más larga y una mayor riqueza de personajes es la de Forcall. Se celebra alrededor del 17 de enero y está documentada desde el siglo XIV, aunque se cree que ya se celebraba anteriormente, posiblemente vinculada con rituales para reclamar buenas cosechas para el año siguiente. La fiesta consiste en un desfile que escenifica la vida de san Antonio Abad y que está llena de personajes característicos que van de los Cremallers y los Teeros (vecinos disfrazados que tranportan el fuego, protagonista de la fiesta, en unas grandes teas) al Desputllat, demoníaco responsable de todos los males que lleva atados de una cuerda a san Antonio y a otro eremita, san Pablo. Además, están los Botargues, que representan las tentaciones del mismo modo que lo hace la Filoseta... En la fiesta, los santos son conducidos a la Barraca, dentro de la cual se ha practicado un túnel por el cual, una vez prendida la hoguera, entrarán los santos al final de su recorrido. ¿Acaso ha triunfado el mal sobre el bien y los santos han ido a parar al infierno? No os preocupéis, pues la estancia de los hombres santos dentro del ardiente Averno será corta y pronto volverán a salir de la Barraca en llamas ejemplificando el triunfo, un año más, del bien sobre el mal. La hoguera, sin embargo, seguirá ardiendo toda la noche en una imagen que hace pensar, también, en el origen último de todas las tradiciones: el ciclo de la Naturaleza.