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Fiestas de todo el mundo: Janucá

07DIC2017

Janucá o la Fiesta de las luces 

Hanukkà

Las comunidades judías de todo el mundo celebran del 12 al 20 de diciembre la fiesta de Janucá, también conocida como la Fiesta de las luces. Y es que la luz producida por una lámpara tiene mucho que ver con esta celebración, igual que la historia del pueblo judío.

Estos días, son especialmente intensos desde el punto de vista de las celebraciones tradicionales. Pero no es sólo la Navidad ni son sólo las religiones cristianas las que están de fiesta. También los judíos tienen momentos de su historia para conmemorar. Todo empezó cuando Antíoco IV Epífanes, rey de Siria de la dinastía helenística de los seléucidas, invadió Judea e intentó eliminar el culto a Yahvé y buena parte de las tradiciones y costumbres religiosas de los judíos. Se encontró, sin embargo, con la firme y constante oposición de los macabeos, movimiento judío de liberación que, pese ser minoría respecto a las tropas sirias, inició una guerra de guerrillas que empezó hacia el 167 antes de Cristo y acabó con la recuperación de la independencia y con la purificación del Segundo Templo de Jerusalén, que había sido ocupado por ídolos paganos, en el año 165 antes de Cristo.

Hanukkà

Cuenta la tradición judía recogida por el Talmud (uno de los textos fundamentales de esta religión) que, en el momento de volver a entrar en el templo, los macabeos se encontraron el recinto sagrado profanado y la menorá apagada. La menorá o candelabro de siete brazos es uno de los símbolos más antiguos del pueblo judío y representa el arbusto en llamas que el propio Moisès habría visto en el Monte Sinaí. Al querer encenderla nuevamente, se dieron cuenta que sólo había aceite para mantener viva la llama durante un día. Tardaron ocho en conseguir más aceite pero la llama siguió ardiendo durante aquellos ocho días sin interrupción. El milagro que supone que la lámpara no se apagara pese a la falta de aceite es lo que se conmemora durante el Janucá, una palabra que, en hebreo antiguo, significa "dedicación".

La fiesta se celebra, principalmente, encendiendo el candil, no de la menorá, sino de otro candelabro especialmente creado para la fiesta que tiene nueve brazos y se conoce con el nombre de januquiá. El candelabro consta de ocho brazos, todos ellos situados a la misma altura, y un noveno que es el que se conoce como shamash o vela auxiliar, que sirve para mantener viva la llama y dar fuego a los otros brazos, que se van encendiendo en días sucesivos. Estos ocho brazos aluden a cada uno de los ocho días durante los cuales, a pesar de no tener aceite suficiente, la llama siguió ardiendo en el Segundo Templo de Jerusalén. Otras explicaciones, sin embargo, se refieren a la historia de una mujer judía llamada Hannah y sus siete hijos, que habrían sido torturados y asesinatos por los seléucidas, según la tradición, por haberse negado a comer cerdo, un alimento prohibido por el judaísmo.

En todo caso, la fiesta coincide con el solsticio de invierno y marca, por lo tanto, el momento en que el sol está más alejado de la Tierra y nuestro planeta empieza a acercarse nuevamente a él, de forma que los días empiezan a hacerse cada vez más largos. Las luces simbolizarían, pues, el inicio del final del invierno. Aun así, la fiesta, donde se utiliza aceite de oliva ritualmente puro para mantener encendida la llama, coincide también con el momento en qué se han recogido las olivas y se prensan para obtener el aceite, de forma que está igualmente relacionado con la vida agraria.

¿Cómo se celebra Janucá? La tradición dice que al atardecer del inicio de Janucá se enciende una primera luz, al día siguiente se encienden dos y así hasta encender completamente la januquiá. Las luces de Janucá no se pueden emplear para iluminar, sino que tienen la finalidad de recordar a los demás el milagro del aceite. Por lo tanto, las lámparas se colocan habitualmente cerca de las ventanas y accesos, de forma que los puedan ver quienes pasen por la calle. Durante estos días, los niños y niñas judíos acostumbran a jugar al dreidel, una especie de peonza con cuatro caras cada una de las cuales muestra una letra hebrea. Se apuestan dulces, caramelos o monedas de chocolate y el ganador se puede comer las que haya ganado a sus oponentes. Durante el Janucá, además, se consumen alimentos fritos en aceite (tan protagonista de la fiesta como la propia luz) entre los cuales latkes (una pasta frita hecha de patata) y unas pastas rellenas con gelatina conocidas como sufganiyot.

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Museu Etnològic i de Cultures del Món

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