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Fiestas alrededor del mundo - Le grand feu de Saint Cloud

30AGO2018

Es una de las tradiciones francesas más nuevas pero, aún así, se inspira en las fiestas que se montaban en el siglo XVII, en tiempos del Rey Sol. Os hablamos del mayor acontecimiento pirotécnico de Europa, donde todo se gigantesco: desde las cifras de espectadores al presupuesto.

Todo ocurre a principios de septiembre (este año, el sábado, día 8), en el Domaine National de Saint Cloud, un gran parque situado junto a París que es, de hecho, lo que queda de un gran recinto que estaba dispuesto alrededor de un castillo, quemado accidentalmente en 1870 (durante la guerra franco-prusiana) y, como símbolo de la monarquía, definitivamente destruido en 1892. Aquel castillo original y los jardines que lo rodeaban fueron creados en el siglo XVI y embellecidos durante el siglo XVII por Felipe de Orleans, el hermano pequeño del rey Luis XIV, a quien se conocía con el nombre de Monsieur. Los arquitectos barrocos Antonine Le Pautre y Jules Hardouin-Mansart  fueron los encargados de crear un espacio de gran belleza que, posteriormente, todavía seguiría reformándose y mejorándose gracias al impulso de la reina María Antonieta. Y es que el recinto era un lugar de recreo que desde el siglo XVIII acogía suntuosas recepciones, una tradición que liga perfectamente con los espectáculos pirotécnicos y las celebraciones que acoge hoy el recinto.

El parque tiene 460 hectáreas y está lleno de bosquecillos, fuentes, cascadas y surtidores. Un buen momento para verlos es durante Le grand feu de Saint Cloud, un espectáculo pirotécnico que se celebra desde el año 2008. Sí, es una tradición muy reciente, pero se inspira en el pasado magnificente del recinto. De hecho, esto es un gran espectáculo de unas dos horas de duración que se divide en diferentes retablos o escenas. Una primera parte acostumbra a ser más clásica y la segunda, a basarse en músicas contemporáneas y tener un formato más moderno. Hace ahora un año, la parte clásica del espectáculo recreaba, por ejemplo, una jornada en la vida del Rey Sol.

Más de 23.000 parisienses y visitantes de todas partes llenan cada año el recinto pagando entradas, eso si, que van de los 32 a los 89 euros. Y es que el presupuesto de Le grand feu de Saint Cloud es de cerca de un millón de euros, lo que convierte la celebración, pese al precio de las entradas, en un acontecimiento deficitario.

Un centenar de técnicos, de los cuales una treintena son artificieros, intervienen en la preparación del espectáculo de fuegos, que supone el lanzamiento de cerca de 60.000 proyectiles.

Y es que la pirotecnia es, en nuestro tiempo, sinónimo de fiesta, especialmente en las culturas mediterráneas. Quizás la pólvora llegó a la península ibérica con los árabes, que la utilizaban para lanzar sobre los guerreros cristianos grandes bolas de hierro como describen los testimonios de la época. Pero el invento procedía de China, donde se utilizaba originariamente, introducida en cañas de bambú, como una primera forma de pirotecnia. Los propios árabes propiciaron el uso de la pólvora en los fiestas populares ibéricas, especialmente en València.

Poco a poco, los fuegos y la pirotecnia fueron ganando terreno en la fiesta urbana de la Europa Occidental, especialmente en los primeros tiempos, en que fuego y pólvora contribuían al intento de hombres y mujeres de vencer la noche y la oscuridad y transmutarla en territorio festivo. Era una lucha contra una oscuridad que simbolizaba el mal y el peligro, y que recreaba una especie de día artificial mediante la luz. Hoy, en tiempos de energía eléctrica y ciudades permanentemente iluminadas, seguramente nos resulta difícil hacernos una idea del que papel simbólico que tenían originalmente la iluminación con fuego, los castillos de fuegos y, en general, la pirotecnia. Se mantiene, sin embargo el carácter festivo de la pólvora, que aún hoy sigue originando nuevas tradiciones como la que estos días llena de visitantes el parque de Saint Cloud.

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Museu Etnològic i de Cultures del Món

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