Fiestas alrededor del mundo - Festival de Romanos y Cartagineses
13SEP2018
Durante diez días, en la ciudad de Cartagena reviven una guerra de hace... ¡2.200 años! Es una de las tradiciones más arraigadas en la zona, aunque sólo date de los años 90 del siglo XX, e implica a buena parte de los vecinos en una celebración espectacular.
Este año será a partir del 21 de septiembre, cuando la ciudad murciana empiece un viaje en el tiempo y ofrezca a los muchos visitantes que cada año se apuntan a la fiesta una auténtica lección de historia viva. Porque las “Fiestas de Carthagineses y Romanos”, escribiéndolo según la grafía que utilizan los organizadores de la fiesta, reviven durante la segunda quincena del mes un hecho que ocurrió hace más de dos milenios: la Segunda Guerra Púnica. Lo hacen con un ojo puesto en la historia y el otro en los numerosos restos arqueológicos que hay en la ciudad.
Todo empieza el 227 antes de Cristo, cuando Asdrúbal Janto el Hermoso fundó Qart Hadasht, la ciudad cartaginesa, que fue predecesora de la Cartagena actual, y termina unos cuatrocientos años más tarde, el 209 después de Cristo, cuando el general romano Publio Cornelio Escipión conquistó la localidad. El guion de esta gigantesca representación teatral son los libros de historia, que transportan a los visitantes a un mundo ya desaparecido. Y es que, recorriendo los diversos yacimientos arqueológicos de Cartagena, los visitantes pueden revivir desde la fundación de la ciudad a la supuesta destrucción de la vecina Sagunto o una sesión del Senado Romano, pasando por la boda del general púnico Aníbal y la princesa ibera Himilce...
La fiesta arranca con el encendido del Fuego Sagrado en el puerto de Cartagena, un fuego que después recorre los espacios más emblemáticos de la antigua ciudad: desde el Teatro Romano, al Templo de Isis, el Foro y el Mundos Arx Asdrubalis, una de las colinas que rodean la ciudad de Cartagena.
Un personaje conocido que cambia cada año pronuncia después el pregón de las fiestas y, a partir de aquí, empieza una serie de escenificaciones de estampas históricas, entre ellas algunas protagonizadas por los niños y otras, como la recreación de una supuesta sesión del Senado Romano, que se toman como excusa para hacer todo tipo de chistes, algunos especialmente relacionados con la actualidad del siglo XXI. Especialmente vistosa es la recreación de la boda de Aníbal, sucesor del fundador de la ciudad, con la hija de un rey ibero. Los esponsales formaban parte de la política de pacificación y acuerdo con los reinos iberos que impulsaron los cartagineses pero, según la tradición, oculta una historia de amor verdadero.
Actos llenos de magia y misterio, como la reconstrucción de una consulta al Oráculo de Tanit, desfiles infantiles, batallas marítimas que toman a forma de regatas, representaciones basadas en las dramaturgias romanas.... Son algunas de las muchas representaciones históricas que se celebran durante el día. Por las noches, el Campamento Festero concentra la actividad, con ferias de artesanía, propuestas gastronómicas cartaginesas y todo tipo de actividades y atracciones inspiradas en el pasado de la ciudad.
Las fiestas, de hecho, no son especialmente antiguas, sino que nacieron en septiembre de 1990 después de que un grupo de habitantes de esta ciudad de poco más de 215.000 habitantes decidiera crear una celebración que recogiera la historia y tradiciones relacionadas con la fundación de la ciudad y con uno de los hechos más destacados de su historia: la Segunda Guerra Púnica.
Los propios vecinos forman parte de las Tropas, veinticinco agrupaciones que representan a los cartagineses (tanto a las tropas llegadas de Cartago como a los pueblos iberos y los habitantes de Qart Hadasht), y de las Legiones o agrupaciones romanas (veinticinco en total), que se encargan de representar el enfrentamiento con los cartagineses y el posterior período romano de la ciudad.