Iconoclastia. Los budas de Bamiyán

«Iconoclastia. Los budas de Bāmiyān» muestra una selección de materiales de la expedición que Margarita Corachán, Albert Folch, Edmonde Iba y Eudald Serra realizaron a Afganistán y la India en 1967. Un cuaderno de viaje, un conjunto de fotografías y un fragmento audiovisual de la época testimonían cómo lucían el valle y los dos grandes budas de Bāmiyān en aquel momento, en contraste con las fotografías que los retratan en su estado actual.

En marzo de 2001, tras el edicto del mulá Omar de febrero de aquel año para acabar con el patrimonio no islámico del país, y meses antes de la destrucción de los dos emblemáticos rascacielos de Manhattan —retransmitida en directo por la televisión, reproducida de manera reiterada y preludio de todo lo que ha venido después—, los talibanes volaron los budas de Bāmiyān, tal y como muestran las imágenes de la exposición.

La UNESCO incluyó en 2003 el paisaje cultural del Valle de Bāmiyān, y sus restos arqueológicos, en su lista de Patrimonio de la Humanidad, así como en el de Patrimonio Mundial en peligro, tras la destrucción de los budas. Ruinas contemporáneas que, evocando las palabras de Jean Starobinski, «huelen a masacre». Esto es, a violencia, muerte y terror.