25. Una ciudad católica (En construcción)
Después de la conversión forzada de los judíos en 1391, Barcelona era una ciudad netamente católica. Con la excusa de garantizarlo, la monarquía impuso la nueva Inquisición de matriz castellana. Sin embargo, las autoridades locales percibieron que el objetivo era debilitar las libertades políticas y se resistieron a aceptarlo, hasta que en 1487 tuvieron que jurar el nuevo tribunal real de naturaleza religiosa instalado en el Palacio Mayor, conocido desde entonces como Palacio de la Inquisición.
Se inició entonces la persecución de los conversos, seguida por la de los luteranos, al tiempo que se censuraban las publicaciones y se potenciaba el culto a los santos en fachadas y espacios públicos. Pronto se impuso la nueva estética barroca.