18. Tierra de frontera, entre musulmanes y carolingios
La guerra civil de los visigodos facilitó una conquista islámica que integró a Barsaluna en el imperio mediterráneo de los Omeyas. Se segregó con el emirato de Córdoba, en una dominación breve que no llegó a cambiar la sociedad local presidida por el obispo.
La conquista carolingia del 801 situó en Barcelona la frontera de un Occidente que, con Carlomagno, soñaba con recrear el imperio Romano. El proyecto se frustró, dejándola en poder de los reyes francos, que gobernaron a través del conde. Se implantaron el monacato benedictino y los modelos carolingios, mientras los condes ganaban independencia hasta convertirse en los nuevos príncipes de Cataluña, que levantaron la catedral y el palacio condal románicos.