Sala de los floreros de concha (sala 7)
Esta pequeña sala nos muestra una colección poco corriente: se trata de floreros de conchas y caracolas en sus globos de cristal. Su realización es propia de poblaciones marineras. Recordemos que Frederic Marès nació en Portbou, una pequeña población de la costa catalana cercana al Cabo de Creus, donde abundaban estas composiciones.
Generalmente se colocaban sobre cómodas, o bien flanqueando alguna imagen religiosa en la alcoba del dormitorio de las casas. Estas composiciones decorativas también se realizaron con otros materiales y técnicas: frutas de cera, pájaros y mariposas, trabajos de papel y la mezcla de varios en una misma composición, algunos ejemplares de las cuales se exponen en ésta y otras salas del gabinete.
En la sala aún hay espacio para otras colecciones de interesantes documentos gráficos del siglo XIX: menús, felicitaciones de Navidad, etc. A mediados del siglo XIX se inició el coleccionismo de cromos. Mesas revueltas, es el nombre que reciben las creativas composiciones de cromos que se enmarcaban como elemento decorativo en los hogares de la época.
En el mismo siglo, la publicidad en revistas, periódicos y en las etiquetas de los propios productos ya empezaba a despuntar como un método eficaz para incrementar las ventas. Un buen ejemplo son las tarjetas de marcas comerciales...e incluso las fototipias de temática erótica que ilustraban cajas de fósforos, estas últimas expuestas discretamente tras los torniquetes que muestran otros materiales considerados más decorosos...
Finalmente, en el centro de la sala se exhibe una máquina de marcar billetes de la compañía de los Ferrocarriles de Sarriá que unían Barcelona con el entonces pueblo de Sarriá a unos 5,5 Km de distancia. En la vitrina plana situada entre las dos ventanas puede contemplar una curiosidad más: un variado grupo de billetes de tranvía y autobús, pero... capicúas.