Dama del armiño (sala 18)
Esta dama de aspecto noble y vestida a la manera del Renacimiento, sostiene con ambas manos un armiño, -símbolo de pureza e incorruptibilidad- que le da su nombre actual. Su rostro -de belleza clasicista- y el peinado -tocado con velo-, recuerdan trabajos italianos de hacia 1500.
La obra pertenecía a la casa familiar de Miquel Mai en Barcelona, embajador y vicecanciller de Carlos V. El edificio después pasó a los marqueses de Barberá y fue destruido y abandonado poco antes de 1800. Se salvaron este relieve y otras piezas, que fueron llevadas al palacio Solterra Barberá de la misma ciudad. Allí la dama del armiño pasó a decorar la escalera de acceso a la planta principal. La trayectoria del relieve está bien documentada desde el siglo XVIII y se la identifica como Priscila. Fue el mismo Marqués de Barberá quien la donó a Frederic Marès en 1962.
El hecho de estar esculpida en mármol, así como su marcado carácter italianizante, induce a pensar que podría tratarse de una obra importada de Italia, al igual que los otros medallones que decoraban el patio del palacio del vicecanciller. El Museo conserva uno de estos medallones con un busto femenino, expuesto en esta misma sala.