El alumnado de secundaria del IEA Oriol Martorell lidera el camino hacia la sostenibilidad

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04/03/2025 - 13:50 h

Los chicos y chicas de secundaria proponen y llevan a cabo acciones concretas para hacer de la escuela un espacio más verde y respetuoso con el medio ambiente, haciendo de la sostenibilidad una experiencia transformadora que va mucho más allá de las aulas.

Dentro de la asignatura de Tecnología y Digitalización, el centro invita al alumnado a investigar las necesidades reales del centro en relación al medio ambiente. A raíz de sus hallazgos, tienen que idear y aplicar soluciones, siguiendo la metodología de aprendizaje para proyectos. Este método les permite vivir la sostenibilidad en primera persona, explica al profesor Martí Burriel:

“Mientras vas aprendiendo, pues puedes transformar tu entorno. ¿Y qué mejor que hacerlo para potenciar la sostenibilidad? Cuándo el alumnado ve que lo que hace tiene un impacto real, cambia su manera de ver el aprendizaje. No es sólo un trabajo para sacar una nota, sino que es una acción que mejora su entorno.”

Este año, este proceso ha dado lugar a cuatro proyectos transformadores liderados por el alumnado, que enverdecen la escuela y mejoran su impacto ambiental:

Biodiversidad en el patio: se han retirado centenares de baldosas de cemento para crear zonas verdes y bajar las temperaturas los meses más calurosos, con plantas aromáticas aprovechadas por la cocina del centro.

Huerto escolar: se ha recuperado y mejorado el huerto del centro, fabricando compostadores con herramientas de fabricación digital.

Muro vegetal: a raíz de un diagnóstico hecho por el alumnado sobre la contaminación acústica en el centro, se ha creado un muro vegetal con el objetivo de reducir el ruido.

Compostaje: se ha creado un sistema de compostaje para reducir residuos y fomentar la sostenibilidad en el centro.

Además, dentro de la asignatura de Entorno Sostenible de bachillerato se amplía esta mirada con el estudio de las industrias del plástico, la energía y el textil. A partir del análisis de datos del centro, el alumnado propone soluciones para optimizar el consumo de agua y energía y evitar el despilfarro alimenticio. Un ejemplo destacado ha sido la instalación de sensores de luz en los lavabos con el dinero ahorrado durante el Maratón de Ahorro Energético.

“Nosotros intentamos que el alumnado se haga responsable del proceso y de sus propias decisiones. Si quieren apagar la caldera del centro para reducir el consumo energético, pueden hacerlo. Si quieren modificar el patio, lo pueden hacer. Lo importante es que tomen conciencia que tienen voz y voto en lo que pasa a su instituto.”

Una vez implementados, los proyectos se han presentado a toda la comunidad educativa del centro y se están buscando otras oportunidades para compartirlos, como la Feria Faig del Departamento de Educación. Este reconocimiento externo hace que el alumnado tome conciencia que lo que hacen es importante e inspirador por otros centros.

La experiencia del IEA Oriol Martorell demuestra que cuando se da protagonismo al alumnado y se los invita a pasar de la teoría en la práctica, se consigue que no sólo aprendan a mejorar su entorno, sino también a hacer frente a retos que van mucho más allá de las aulas.

“El objetivo es que el alumnado no sólo piense en qué pueden hacer dentro del centro, sino que lo extrapolen. ¿Si puedo cambiar el instituto, por qué no puedo cambiar mi barrio? Y mi ciudad”?.

Ahora el reto es nuestro: ¿cómo podemos hacer que este mismo espíritu llegue a más centros, comunidades y personas? Es hora de aprovechar este impulso y seguir construyendo escuelas que sean motores de cambio en el seno de nuestras comunidades.