Anna ayuda a su padre a bajar algunas estanterías y ropa vieja en la remodelación su piso. Bajan y dejan estos residuos delante del portal. Amadou, que se gana la vida como reciclador (los mal llamados chatarreros), camina alrededor de 14 kilómetros al día para recoger cerca de 200 kilos de materiales y objetos de entre los residuos de la ciudad. Ese día encuentra la estantería y la recopilación, así como algunas prendas. ¿Cómo se podría facilitar el encuentro y optimizarse las necesidades de Anna y Amadou? O en otras palabras, ¿podemos mejorar el bienestar social de hogares y recicladores a la vez que mejoramos los servicios públicos de manejo de los residuos municipales? El manejo de residuos es un gran problema para las sociedades contemporáneas. Independientemente del sistema de manejo de residuos o el nivel económico, en la gran mayoría de ciudades del mundo existen grupos de población que de forma informal se dedican a recolectar materiales de entre los residuos urbanos. Nuestros patrones de producción y consumo generan grandes problemas ecológicos, sociales, administrativos, políticos, presupuestarios y de logística en el ámbito metropolitano, pero también dentro de los hogares y justo cuando salen (1,18 K/Hab por día en Barcelona). El objetivo de este proyecto es analizar y diseñar de forma participativa, junto con hogares y recicladores informales, una política pública, feminista y ecologista para la gestión de los residuos urbanos en Barcelona. Para llevar a cabo este objetivo es necesario conocer quién y cómo se llevan a cabo los cuidados asociados a los residuos en y por fuera de los hogares de la ciudad. Pero no exclusivamente, también las relaciones entre estos y las soluciones que mejor puedan adaptarse. Por eso se plantea una metodología participativa, tanto para el diseño de esta, como para la adaptación de las propuestas resultantes.
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