Sepulcro de Juan de Vargas (sala 12)
Nos encontramos delante de una obra de estilo renacentista esculpida en alabastro, material dúctil que permite un trabajo delicado y un acabado brillante. El yacente es Juan de Vargas, fallecido en 1525 y enterrado en el convento de Santa Isabel de Alba de Tormes, en Salamanca. El personaje se identifica gracias al epígrafe grabado en la parte superior de la caja. Originalmente estaba cobijado bajo un arcosolio decorado con heráldica y motivos ornamentales vegetales y con pinturas sobre tablas en el fondo.
El difunto es joven y sus facciones hermosas manifiestan un gusto naturalista, posee una cabeza bien modelada que posiblemente tenga el carácter de retrato. Va vestido con la armadura propia de un caballero de principios del siglo XVI. A sus pies ha sido esculpido un perro, símbolo de la fidelidad, que se encarga de vigilar el reposo de su amo. En el frente del sepulcro está representado el emblema heráldico de la familia flanqueado por motivos vegetales. Destaca a la izquierda la papaver somniferum o flor de opio, símbolo funerario de tradición clásica.
Juan de Vargas pertenecía a una familia de nobles, precisamente las que promovieron este tipo de escultura funeraria para dejar un recuerdo de la importancia de sus linajes.
La inscripción en el listón a la derecha del marco de la caja ha sido interpretada como la del posible autor del sarcófago, un escultor hasta hoy desconocido llamado Ruiz.