Sala masculina (sala 16)
Esta pequeña sala pretende evocar el final del siglo XVIII y gran parte del siglo XIX. Esto será a partir de una selección de complementos de indumentaria y otros pequeños objetos vinculados preferentemente al mundo masculino. Está concebida como complemento de la Sala femenina, que ya ha podido visitar. Sus colecciones nos transportan al ambiente y las costumbres del hombre burgués de hace dos siglos, al cual ya ha podido aproximarse en la Sala del fumador.
Estos son algunos de los objetos vinculados al mundo de la indumentaria masculina: los botones y gemelos que lucían en casacas y chalecos a la moda, estaban ejecutados en múltiples materiales y técnicas -como plata, acero, marfil tallado, esmaltados o pintados sobre cristal; las hebillas metálicas de zapatos o de cinturón, francesas y españolas, estaban cinceladas al gusto de la moda imperante o con incrustaciones de pedrería, esmalte o nácar; y los tirantes bordados en seda, con motivos vegetales o alegóricos.
El bastón fue un complemento masculino casi indispensable del cual se nos muestra una variada selección. De madera o de caña, los puños -de marfil u otros materiales- presentan como tema recurrente cabezas de animales, perros o caballos.
Otros objetos pertenecen exclusivamente a clases sociales más acomodadas, como los relojes de bolsillo o con cadena o chatelaine, decorados con bellos esmaltes y con motivos mitológicos y alegóricos. Los tarjeteros, recubiertos de nácar, o los sellos para cerrar con lacre o cera la correspondencia privada, también fueron símbolos de cierta distinción social. La sala presenta una colección de cajas de rapé o de otros usos con bellas decoraciones alegóricas, mitológicas y políticas.
Finalmente está expuesta una selección de objetos vinculados con la visión, en este caso utilizados por ambos sexos: desde lentes, impertinentes o lentes con mango y binóculos de teatro u ópera.
Si ya ha visitado todas las salas de esta planta puede dirigirse por la escalera o en ascensor hasta el tercer piso para visitar la Sala de las Diversiones, la última del Gabinete del coleccionista.