Ésta es una de las colecciones más curiosas del museo. Los porte-bouquets o portarramilletes son unos pequeños recipientes en los que las damas europeas más refinadas colocaban un ramillete o bouquet y que llevaban en la mano como un complemento más sobre todo en los bailes y grandes fiestas. Originarios de Francia, su uso se extendió durante el siglo XIX por toda Europa. Nuestra colección está compuesta por 12 ejemplares y podemos afirmar que muy pocos museos conservan una tan numerosa.

Estas insólitas joyas presentan una gran diversidad de tipologías, aunque, en líneas generales, están formadas por un recipiente metálico de forma cónica que se prolonga en un mango. Un anillo permite sujetar la pieza en un dedo de la mano mientras una aguja fija el ramillete en el vaso.

También son variadas las procedencias, así como los materiales y técnicas empleadas: en la vitrina los hay de metal dorado con decoraciones de piedras o esmaltes, de filigrana de plata y con los mangos de opalina, nácar o esmalte.