Los cuatro relieves que vemos aquí proceden del Retablo Mayor del monasterio cisterciense de la Espina, en Valladolid, y fueron realizados por el artista Manuel Álvarez entre 1570 y 1577. Se pueden considerar una de sus obras maestras y un conjunto excepcional dentro del Renacimiento español.

Las escenas representadas corresponden a la vida de la Virgen, en orden cronológico: laPresentación de María en el templo, laAnunciación, la Visitación y la Adoración de los pastores. Los pasajes aquí representados han sido tomados del Evangelio de Lucas. Es él quien narra con mayor detenimiento los aspectos de la vida de María.

Estos relieves, esculpidos en alabastro, presentan una gradación en profundidad: de lo más saliente a lo casi plano, que junto con los fondos arquitectónicos contribuyen a crear la sensación de espacialidad. Destaca el tratamiento cuidadoso de los ropajes y las caras con barbas y cabellos rizados. Todo el conjunto tiene un aire italianizante, influenciado por el manierismo florentino-romano.

El retablo, del que desconocemos sus dimensiones y su forma original, fue desmontado poco después de la retirada francesa, seguramente a causa de los daños sufridos durante la Guerra de la Independencia y sus piezas dispersadas. Algunas se conservan hoy en otras iglesias cercanas al monasterio. Estos cuatro relieves pasaron al comercio y fueron halladas por Marès en el mercado de antigüedades de París y adquiridos en 1958 con la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona. Evidentemente con ello el museo contribuyó a la recuperación de obras del patrimonio hispánico.