¿Qué plantas crecen en Montjuïc? ¿Pueden servir para hacer remedios? ¿Cómo era el barrio de La Marina antes de que se construyera el puerto? Los niños de 4.º de la Escola Seat están desarrollando su archivo biodinámico para mantener viva la memoria de su entorno.

Un viernes de febrero, las niñas y niños de la Escola Seat, situada en el barrio de La Marina, dejan los libros a la clase y cogen las chaquetas para salir a andar. Con el acompañamiento de la Aurora y Sara de La Fundició, dejan la ciudad en sus pies para ensartarse por el camino del Gavilán en la montaña de Montjuic. A ambos lados, descubren plantas que las mujeres de los barrios de barracas del s. XX recogían para usos medicinales, comestibles y decorativos. Blet, malva, mostaza... estos son solo algunos ejemplos porque el aprendizaje va todavía más allá.

Esta es una de las actividades del proyecto del Archivo Biodinámico de Montjuic de las comunidades de Memoria Viva a través del cual se conecta la historia del entorno con los niños que viven actualmente. Así, a partir de la observación del paisaje y de conocer su transformación, se abre la curiosidad y la visión crítica tanto del barrio, de la ciudad y del mundo global y, más concretamente, de la organización del modelo alimentario y de su evolución.

Montjuic es un ejemplo muy gráfico de esta transformación, puesto que en una montaña donde antes se cosechaban plantas para el consumo, ahora hay un puerto donde llegan muchos de los alimentos que consumimos. Los conocimientos que en el pasado se transmitían oralmente ahora pueden desaparecer y, por eso, para mirar nuestro mundo con más perspectiva, hay que preservarlos.

A lo largo de la excursión, los niños han aprendido los nombres y los usos de varias plantas, pero también a cómo se tienen que cosechar para ser muy identificadas: con raíz, hoja, flor y semilla. Así, se han llevado un ejemplo de cada planta para recopilar los aprendizajes en un herbario. Es decir, un cuaderno donde engancharlas y describir sus características.